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Los suplentes deben seguir siendo suplentes

Valladolid

Otra vez volvieron los mismos fantasmas que frente al Burgos. Otra vez volvió de inicio Fede San Emeterio al centro del campo para acompañar a Roque Mesa. ¿Casualidad? No lo creo, si algo nos demuestra el fútbol actual es que ninguno de los dos mezclan bien juntos, son como el agua y el aceite. El rival era el Amorebieta, un equipo que solo había ganado un partido de doce disputados, precisamente frente a otro de los favoritos para ascender, el Almería.

A Pacheta se le ocurrió rotar futbolistas en el partido de ayer, pero... ¿era el partido adecuado para hacerlo? ¿Era necesario hacer tantos cambios en defensa y en el centro del campo? ¿Por qué no hacerlo frente al Mirandés en el próximo partido en el José Zorrilla? Pienso que Pacheta es buen entrenador, pero muchas veces le falta leer mejor los partidos. Frente al Eibar en casa, hasta el gol de El Yamiq a balón parado, se jugó a lo que quiso el Eibar, que tuvo las ocasiones más claras en la primera parte. El Pucela no tiró a puerta y el Eibar se sentía muy cómodo en el partido. Después del gol del internacional marroquí, el partido cambió, fue coser y cantar para el Real Valladolid. Hasta ese momento, Gaizka Garitano le dió un baño táctico a Pacheta. Ayer Íñigo Vélez le volvió a ganar la partida táctica y el Real Valladolid no se encontró cómodo durante todo el partido. Resulta cuanto menos curioso que contra un equipo que juega a colgar balones al área (y al que Pacheta ya conocía por haberse enfrentado a él en la pretemporada) el mejor central defendiendo balones aéreos y en mejor estado de forma se quedara en el banquillo.

Está claro que Pacheta tiene peor plantilla de la que piensa y los suplentes demostraron tener un nivel paupérrimo para intentar quitarle el puesto a los titulares. Tres de los cuatro goles fueron remates en la línea de gol; faltó comunicación e intensidad en defensa. De nada sirve ganar a rivales como el Sporting de Gijón y al Eibar para luego dejarse puntos frente a rivales en teoría más débiles como el Burgos CF, Ibiza, Amorebieta o Girona. Los tres puntos frente al  Amorebieta valen lo mismo que frente al Sporting de Gijón. ¿Por qué rotar frente a estos rivales en teoría más ¡sencillos¡? Yo pensaba que ya se había aprendido la lección después de lo ocurrido en el Plantío. Lo que funciona no se toca y si hay que tocarlo que sea en el estadio José Zorrilla con la afición de tu lado.

Nunca dió el Pucela sensación de poder darle la vuelta al marcador frente al equipo vasco. A Pacheta le quedó muy grande el partido y seguro que la afición no se sintió orgullosa. Hay futbolistas que no son ni la sombra de lo que fueron alguna vez, como es el caso de Lucas Olaza. Es un futbolista que necesita sentirse titular en todos los partidos para tener confianza y dar su mejor versión. En estos momentos, no siente que el entrenador apueste por él al 100%, eso le genera dudas e inseguridad, y por eso se está viendo esta versión tan gris del uruguayo. Otro caso sangrante es el de Javi Sánchez, una apuesta muy importante en lo deportivo pero sobre todo en lo económico, y que sale en todas las fotos de los goles, mientras que San Emeterio está para jugar las eliminatorias de Copa del Rey o algún partido amistoso si Pacheta le quiere dar minutos. ¿Por qué no alineó a Anuar junto a Roque Mesa si quería darle descanso a Alvaro Aguado? Nunca lo sabremos, porque no estamos en la cabeza del entrenador burgalés. Kike Pérez no puede jugar nunca en banda. Si lo vemos todos, ¿por qué no lo ve al que le pagan por tomar ese tipo de decisiones?

Como dijo ayer Pacheta: "Asimilarlo rápido, olvidarlo deprisa y a pensar en el Mirandés". Pero si algo quedó claro es que se lo pensará mucho cuando tenga que volver a rotar futbolistas de nuevo, y sabe que si el Real Valladolid no asciende esta temporada tendrá gran parte de culpa por este tipo de decisiones de rotar futbolistas en partidos en teoría 'sencillos' y perderlos de forma vergonzosa.