El desengaño con Pau Torres y el espejo de Le Normand
El señalado
La convivencia europea y liguera nunca es fácil de asumir. El Villarreal aparece como una nueva víctima de esta disonancia, muy lejos del nivel que debe ofrecer. Resulta difícil recordar un partido tan previsible del equipo amarillo como el que disputó en Mestalla. Se enredó una y otra vez en la trampa de Bordalás, que planteó un 1-4-5-1 (o 1-6-3-1 por momentos) pasivo para cerrar todas las líneas de pase interiores. Sin flujo ofensivo, el Villarreal quedó a un paso del error para perder el encuentro. Y, como tantas veces este curso, llegó a causa de una fragilidad que se atisba ya como estructural. Volvió a salir mal parado Pau Torres. A sus 24 años, está en un momento clave de su carrera para terminar de definirse, pero su credibilidad se resiente cada día más. Como central necesita ganar contundencia, imponerse en los duelos (ha pasado del 63% de la temporada pasada al 53% de esta) y aumentar su influencia defensiva. Sus dos intervenciones en los saques de banda de los goles del Valencia distan de estas obligaciones. No vale solo con ser un central dominante en la salida, virtud que ante el Valencia tampoco enseñó con 19 pérdidas en su cuenta. Si uno es defensa, lo primero que debe hacer es defender. Lo tiene que tener claro Pau Torres.
El paso adelante
Con la misma edad, en un escenario similar, Robin Le Normand progresa de manera firme en la Real Sociedad. No se veía venir el crecimiento del francés, otro central más aparente que seguro en otro tiempo. Era un jugador con desplazamiento de balón y anticipación, pero le faltaba añadir más registros a su juego. Esta campaña lo ha hecho como acreditó en el derbi ante el Athletic, donde formó una pareja sólida con Elustondo. No se achicó a campo abierto ante Williams, corrigió situaciones en la banda y se mostró férreo en el quite. Le Normand es ahora un defensa con mayor determinación y criterio, sin perder sus cualidades creativas en la salida. Por sus pies se inician muchas jugadas de la Real Sociedad, con una media de 7,6 por choque. Le Normand es el jugador de antes, pero en pleno crecimiento.
Decisivo más que nunca
Cuando estuvo mejor y cuando estuvo peor, el Getafe hizo la diferencia con Enes Ünal (26 años). La primera media hora ante el Espanyol dignificó la propuesta de Quique Sánchez Flores. No había jugado así el Getafe en toda la temporada, arrinconando a su rival y mereciendo todo. Acabó el primer tiempo con nueve remates, su cifra más alta en esta Liga. Y un golazo de Ünal que quedó minimizado por el tanto de Sergi Gómez. Otro equipo fue en el inicio de la segunda parte, abocado al sufrimiento ante el acoso perico. Pero cuando peor estaba, volvió a emerger la figura del delantero turco, con la luz encendida toda la tarde. Impoluto en la finalización, se llevó hasta ocho de las diez disputas aéreas que mantuvo y oxigenó a un equipo que no le quedaba otra que ganar. El Getafe vuelve a creer.