Colorines

Amo este campeonato, amo esta Liga de colorines, a pesar de que el Atleti me da algún disgustillo de vez en cuando. Se me hacen los ojos chiribitas al ver tan arriba a equipos hermosos de hermosos colores azules, verdes, rojos, blancos; en fin, me hace feliz la felicidad vasca, andaluza, madrileña, etcétera. Creo sinceramente que lo mejor que le puede pasar al fútbol es la diversidad, la igualdad, porque eso trae en volandas algo tan importante como la emoción y la democratización del fútbol. La justicia poética, tan llena de un romanticismo totalmente alejado de este deporte de números rojos y juntas de accionistas.

Ojalá ganara este campeonato la Real Sociedad, o el Betis, o el Sevilla. Y ojalá el Rayo y el Osasuna entraran en Copa de Europa o Europa League ¿Por qué no? Soñemos, que es gratis. Daría lo que fuera por llegar a las últimas jornadas del campeonato actual con una clasificación muy parecida a la de hoy mismo.

Giménez se lamenta de un gol del Levante

Por cierto, el año pasado, cuando más se acercaban los rivales al Atleti en las últimas jornadas, cuando estaban a punto de pillarnos y el campeonato peligraba, pensaba que de perder la Liga no la habríamos perdido contra Real Madrid o Barcelona, la habríamos perdido contra el Levante, el mismo equipo contra el que jugamos anteayer. El Levante me trajo por la calle de la amargura y el recuerdo de esos dos partidos contra ellos, también. Además, seguiditos ambos. Pues la cosa parece que no ha cambiado mucho... el Levante es nuestra piedra en el zapato. Ese penalti final... en fin. Lo que es llamativo es la cantidad de puntos que el Atleti pierde o gana en los últimos minutos de los partidos, prácticamente en el descuento. A pesar de todo, seguimos en la brecha. Somos el Atleti.

Resumiendo, virgencita, haz algo para que algún no habitual se lleve esta temporada el gran premio gordo y las pedreas. Todos los equipos, de todos los colorines, deberían conocer y saborear el enorme placer que supone ganar un campeonato de 38 jornadas de duración. El que lo probó lo sabe.