Aparece un Real Valladolid eficaz y con oficio

No fue un encuentro muy brillante, pero sí efectivo. El Real Valladolid ejerció de equipo favorito a base de oficio y de capacidad de pegada en los momentos claves del partido. Los dos “matadores” aprovecharon la que tuvieron y defensivamente, con Roberto y El Yamiq a un gran nivel, los de Pacheta maniataron perfectamente a los de Asier Garitano. La Segunda División premia más a equipos de este estilo. Sólidos atrás y contundentes arriba en las pocas que tengan. No se trata de bordar cada semana el fútbol y sí de buscar ser eficaces. Se sube a base de ganar partidos, tantos como entre 20 y 22, y de momento solo van cuatro. Pero lo que vimos ayer invita al optimismo.

En una semana que va a ser de hecho para buscar una buena ubicación en la tabla. Primero el Ibiza, rival al que todo el mundo piensa que hay que derrotar con facilidad tras las tres derrotas que acumula y después a Gijón para visitar a un equipo que lo ha ganado todo en su campo y que lidera por merecimientos la clasificación. El del sábado será un partido de los más atractivos de la temporada, con nutrida presencia de seguidores blanquivioletas y con dos equipos claramente candidatos a todo, pero para pensar en ese encuentro, tiempo habrá. Ahora hay que centrar todas las energías en derrotar a un Ibiza que no va a llegar a Zorrilla regalando nada.

Las cosas van estando mejor. A Pacheta se le va viendo más feliz comprobando como su discurso se va haciendo realidad. La afición respira más tranquila y se perciben detalles que no pueden pasar desapercibidos como el abrazo entre el entrenador y Weissman cuando el de Israel ejerció de goleador anotando el segundo tanto. Para navegar bien en una Liga tan larga hacen falta muchas cosas, y una de las más importantes es que técnico y jugadores estén unidos y vayan de la mano, algo que la pasada temporada no ocurrió.

Otro dato a destacar, la aportación tan importante de los hombres de banquillo, que salieron a refrescar al equipo y a darle vitalidad. Anuar fue un motor al que solo le faltó culminar bien en el área, Kike demostró su calidad y que puede ser muy útil y Alcaraz sumó una asistencia al igual que en Ponferrada sumó un gol. Una garantía para el técnico es saber que puede mirar al banquillo y que con seguridad va a encontrar soluciones.

Nota muy alta también para los aficionados que viajaron a Leganés. Un pulmón desde la grada para el equipo. Cuanto se ha echado de menos su presencia durante toda la pandemia. Un equipo que pretenda subir necesita un buen respaldo de su masa social y el Valladolid lo tiene. No hay ninguna duda. En un domingo redondo. Ganó el Promesas y me alegro por los jugadores y por Baptista que merecerían llevar bastantes puntos más. Sin haberles visto casi jugar eran ya sonoras las voces críticas que lo cuestionaban todo y que simplemente se quedaban en el resultado. Por fin llegó la primera victoria y eso otorga una confianza grande que debe servir para salir de abajo y para callar, aunque solo sea de momento, bastantes bocas.