Aprobados y suspensos del Pucela: Victoria 'de Segunda'
El Real Valladolid volvió a la senda del triunfo con un partido muy de la categoría, sin brillo pero con acierto suficiente como para ganar.
No fue el partido más brillante del Real Valladolid, no. Seguramente, ni siquiera fuera en el que el conjunto de Pacheta jugó mejor, si por mejor uno habla de juego atractivo. Pero ganó, que de eso se trataba, un partido muy 'de Segunda', en el que mostró una cara diferente en la apuesta pero lo suficientemente solvente como para vencer, generando ocasiones y, con algún inoportuno matiz, sin sufrir muchísimo atrás.
Roberto: Hizo una muy buena parada a Gaku, con tres dificultades agregadas: la falta de visión cuando el japonés golpea, el rebote en Aguado y el bote previo a su manopla. Atento y sin necesitar grandes alardes más allá de esa ocasión.
Luis Pérez: Cometió un fallo grave ante Arnaiz que este no aprovechó. No ganó la línea de cal hasta la segunda mitad, contenido y esforzado en labores defensivas. En estas cumplió... hasta que Naím hizo acto de presencia para hacérselo pasar peor.
Kiko Olivas: Fue el comandante silencioso, puesto que jerarquizó la zona trasera sin muchos problemas, pues, a pesar de sus intenciones con balón, el Leganés no contactó demasiado con Borja Garcés.
El Yamiq: Por alto, se comió a un prácticamente inédito Borja Garcés y a Juan Muñoz, que entró en el segundo tiempo. Después de que la defensa dejara algún desajuste a la espalda de los laterales al inicio, se solidificó, en parte con él.
Nacho: Lazar le ganó la espalda en una peligrosa acción en el arranque. Le buscaron muchas veces las vueltas en la primera mitad, obligándole a alguna imperfección defensiva. Ninguna pasó a mayores.
Óscar Plano: Apareció muy bien entre líneas para abrir hacia Toni en la jugada del 0-1, algo que no hizo en muchas ocasiones más. Fue, tras Toni y Weissman, el blanquivioleta menos interviniente hasta el cambio.
Roque Mesa: Oscurecido en la primera parte, en la que intervino poquísimo para lo que acostumbra. Sin embargo, acumuló en ese tiempo ocho acciones defensivas ganadoras. Cuando abandonó el césped, no estaba ni entre los diez jugadores con más pases.
Aguado: Su sociedad con Mesa se vio mermada al respecto de anteriores envites, pero eso no le impidió tratar de llevar el peso del juego, como lo hizo cuando el Pucela tenía la pelota. En acierto, nadie estuvo a su altura con ella.
Toni Villa: Puso un muy buen centro para la cabeza de Sergio León, aunque fue de lo poco que pudo ofrecer con balón, puesto que apenas intervino con él en seis pases correctos. Fue de los primeros sustituidos, junto a Plano.
Sergio León: No pudo rematar de primeras el primer centro desde la izquierda. Se estrenó como goleador del Real Valladolid con un testarazo técnicamente brillante. Cuando intervino en tres cuartos, lo hizo bien. Pidió el cambio con molestias en el gemelo.
Weissman: Cruzó demasiado en la primera ocasión del encuentro. Un tanto lento en alguna carrera con los centrales del Leganés. Entre él y Anuar tuvieron una jugada para el 0-2. Lo consiguió adelantándose al defensor.
Kike Pérez: Tuvo un disparo raso abajo nada más entrar. Apareció por dentro y definió con la derecha en una jugada de Anuar que se le fue por poco. Vio la carrera de Alcaraz para dar un balón profundo.
Anuar: Completamente asentado ya como jugador exterior. Su intensidad dio brío al equipo. Ganó el área en una jugada con Weissman en la que Bruno le comió la merienda. Villar le quitó el gol en una transición.
Alcaraz: Cuando a Roque Mesa se le acabó la gasolina, entró para intentar cimentar una franja ancha de poco brillo en esta ocasión, pero de mucho sacrificio. Apareció como extremo para poner la asistencia del 0-2.
Plata: Produjo el robo que Anuar convirtió en un contragolpe peligroso, en el que acompañó al ceutí, aunque se vio cubierto. Completó un regate.
San Emeterio: Entró para meter piernas y refrescar a Aguado en el tramo final. Todo lo que le dio tiempo a sumar fue bueno, salvo un duelo 'de fogueo'.