La séptima estrella del sheriff Márquez

El Circuito de las Américas, en su abreviatura COTA, siempre había sido territorio Marc Márquez. Allí había ganado seis de las siete veces que el Mundial de MotoGP había visitado Austin, sin interrupción desde 2013 a 2018. Sólo se bajó del peldaño más alto en 2019, después de sufrir una caída cuando lideraba la carrera. El triunfo se lo llevó entonces Álex Rins. El año pasado tampoco hubo romance: ni Marc estaba en condiciones de competir debido a su mala lesión, ni el gran premio estadounidense pudo celebrarse a causa de la pandemia. El GP de las Américas retornó este 2021. Y también Marc Márquez. Ambos andan con achaques. El circuito ha sido muy criticado en esta edición por los baches y el piloto está convaleciente del brazo, pero ni una cosa ni la otra han impedido el regreso del idilio. Márquez sí perdió su racha de poles en Texas, ese galáctico registro de siete consecutivas que no pudieron convertirse en ocho. Aun así, Marc hizo tercero en la clasificación, su mejor puesto de salida del año. Y también encabezó los dos primeros libres. La victoria era una hipótesis creíble.

Márquez aspiraba a todo en Estados Unidos. Y lo demostró con una espectacular salida, en la que tomó la primera posición para mantenerla hasta el final. El séxtuple campeón de Mo­toGP abrió brecha en su circuito talismán, con más ritmo que nadie. La gran incógnita, quizá la única, era saber si su físico iba a resistir el desafío. Lo hizo. Las tres últimas vueltas las acabó muy cansado, pero mantuvo el tipo. Por detrás venía Fabio Quartararo, aunque no resultó una amenaza, su lucha era otra: gracias a su segunda plaza podría proclamarse ya campeón del mundo en Misano el 24 de octubre. Marc llegó a Austin con una gorra en la que lucía seis estrellas en alusión a sus victorias allí. Ya puede bordar la séptima. El sheriff ha vuelto. Marc Márquez está otra vez aquí.