La fatiga de Casemiro
Después de años en los que parecía un futbolista infatigable, Casemiro ha empezado a mostrarse terrenal. Ya lo vimos en la recta final de la pasada temporada, cuando Zidane le dio la vuelta al cuentakilómetros poniéndole a jugar todos los partidos, y lo estamos observando también en este inicio. Case, que va camino de los treinta, no está fresco ni rápido y le cuesta llegar donde antes siempre aparecía. Acostumbrados a su despliegue para la presión y la recuperación, a su intenso regreso para ayudar en defensa y hasta a su aparición peligrosa en el área contraria, cuesta verlo ahora colocarse más lejos, perder el sitio y llegar tarde al contacto con el rival. El Madrid, como no podía ser de otra manera, lo acusa. Es de esperar que la situación sea coyuntural, provocada por un verano de poco descanso (disputó la final de la Copa América) y por el agotador comienzo de temporada, complicado con las diversas convocatorias de su selección.
Dicen que el brasileño es un jugador diesel al que le cuesta un poco coger la forma y necesita ir jugando partidos para ir adquiriéndola, pero es evidente que tener ahora tres partidos con Brasil no le va a beneficiar. La locura de la FIFA pone a los clubes a los pies de los caballos y en el caso de Casemiro todavía más, porque el futbolista, en este caso, no tiene un sustituto fetén.