Sheriff: cuatro previas y un sorpresón
Invitado insospechado. Más allá de la particular historia sociopolítica que acompaña a la gesta del Sheriff (un éxito que no se puede entender sin el apoyo financiero del conglomerado empresarial dominante en la autoproclamada República de Transnistria, que se declara independiente de Moldavia pese a no gozar de reconocimiento internacional), el rendimiento deportivo del rival del Madrid merece también un análisis y muchos elogios. Para llegar a la fase de grupos ha tenido que superar cuatro rondas previas, eliminando de forma consecutiva al Teuta albanés, al Alashkert armenio, al Estrella Roja serbio y al Dinamo de Zagreb croata. En todo ese periplo, la fortaleza defensiva fue fundamental sortear dificultades: en los ocho encuentros preliminares, encajó sólo dos goles. Si a esos excelentes resultados le sumamos el sorprendente 2-0 frente al Shakhtar en la primera jornada de la fase de grupos, nos encontramos con un equipo que llega al Bernabéu invicto en los nueve choques de Champions que ya ha jugado esta temporada (siete victorias y dos empates). Aunque los dos primeros rivales de las previas eran muy inferiores, los otros dos (los conjuntos de las capitales balcánicas) planteaban un mayor nivel de dificultad que hay que poner en valor.
Orden y 4-2-3-1. El arquitecto de la hazaña del Sheriff es el entrenador ucraniano Yuriy Vernydub, que ya consiguió cierto éxito con el Shaktyor Soligorsk bielorruso en su anterior trabajo. Allí, pese a dimitir por problemas familiares a mitad de temporada, puso los cimientos del título de liga que su equipo acabaría consiguiendo contra todo pronóstico. Antes había logrado clasificar dos veces para la fase de grupos de la Europa League al Zorya Luhansk de su país natal. Sus equipos siempre son ordenados, bien estructurados, conceden poco y son capaces de atascar a rivales más poderosos, además de salir al contragolpe con mucha determinación y verticalidad. Utiliza un 4-2-3-1 en el que incluso el media punta, el griego Kolovos, trabaja a destajo. Su experiencia en Bielorrusia le llevó a conocer a dos atacantes a los que ahora ha fichado para el Sheriff: el delantero uzbeco Yakhshiboev, que posee una zurda finísima, y el potente extremo guineano Yansané. Hay que vigilarlos.
Jugadores a seguir. No hay un solo moldavo en el equipo titular del Sheriff, con una plantilla repleta de nacionalidades diferentes. El portero griego Athanasiadis, que ha llegado este verano del AEK, fue clave en la clasificación. Siempre estuvo bien protegido por su pareja de centrales. La forman el peruano Gustavo Dulanto Sanguinetti y el colombiano Arboleda. Su carrera no estaba siendo destacada en Sudamérica, pero ambos han elevado su nivel en Moldavia. Aunque el mejor del equipo probablemente sea el lateral zurdo. Es brasileño, se llama Cristiano da Silva y, pese a que nunca llegó a primera división en su país, en el Sheriff está encandilando. Dio las dos asistencias de gol contra el Shakhtar. En ataque, el más creativo es el también colombiano Frank Castañeda. Es diestro, juega a pie cambiado y es muy preciso a balón parado. El maliense Adama Traoré, muy veloz en los contextos de contragolpe, está inspiradísimo ante la portería rival.