Este Madrid disfruta y hace disfrutar
La luna de miel de Ancelotti con el Madrid suma días felices y no para. Anoche dejó en el Bernabéu una bonita goleada, la consabida exhibición de Benzema (con 2 goles más, y lleva 8) y sobre todo la resurrección de Asensio, que hizo ante su equipo de origen el primer partido a la altura de su talento en mucho tiempo. Esta vez no jugó por la banda, sino detrás de Benzema y con libertad de movimientos dentro de un 4-2-3-1 al que recurrió de nuevo Ancelotti, que dio descanso a Modric y Casemiro. Esta vez no marcó Vinicius, pero repitió sus insistentes correrías y sus alborotos en el área y le dio un gran gol a Isco, que salió al final.
El partido también sirvió para darle vuelo a Camavinga, que hizo pareja con Valverde en la media. El uruguayo jugó más a ir y volver, exhibiendo carreras incontenibles, sobre todo al principio. A Camavinga le correspondió cuidar más la posición y supo sujetarse a las demandas de esa tarea. Fue llamativo comprobar cómo sus compañeros le buscan ya para iniciar la jugada, como si fuera un veterano. Se ha ganado la confianza de todos. Para esa posición está muy bien de corte, pero le sobra algo de riesgo innecesario, pero eso no debe ser difícil de corregir. Lo de ayer apunta la posibilidad de que pueda darle más descansos a Casemiro.
Todo en conjunto se tradujo en una noche divertida para el madridista, favorecida además por cierta debilidad del Mallorca atrás, empezando por el primer gol, un fallo inaudito de Gayá que Benzema castigó con precisión. Para compensar el gol tan fácil, el otro que marcó se lo trabajó con un acertadísimo control con la chepa. Benzema rompió a jugar bien y a meter goles en cantidad cuando se fue Cristiano, pero lo más llamativo es que sigue mejorando de año en año, casi de mes en mes. El Madrid aún no es firme atrás, pero por delante le sobra para compensar los sobresaltos y los goles encajados. Ataca y marca. Disfruta y hace disfrutar.