Sangre joven blanca

Después de sufrir mucho y verse superado en la primera parte de San Siro, el Madrid salió en la reanudación dominador y, sorprendentemente, terminó apabullando físicamente al Inter, algo que hacía mucho tiempo no se veía en los blancos. Los últimos diez minutos del partido el equipo mostró frescura y vértigo, y una de las claves estuvo en la cantidad de futbolistas jóvenes que Ancelotti tenía en ese momento en el campo: Militao (23), Valverde (23), Vinicius (21), Rodrygo (20) y Camavinga (18). Es indudable que el Madrid había mostrado los últimos años señales de un decaimiento físico preocupante, con el agravante de que Zidane no daba minutos y responsabilidad a los jóvenes con lo que estos no evolucionaron ni aportaron la energía que necesitaba el equipo.

Carletto parece haber entendido desde el inicio que, con la plantilla que tiene, el vigor de los jóvenes es fundamental para sostener un mínimo nivel competitivo. Para luchar hoy en Europa los equipos necesitan un dinamismo y un despliegue imposible de conseguir con un once lleno de veteranos, como se vio el año pasado ante el Chelsea, cuando el Madrid fue superado en cada carrera y en cada disputa de balón.

Indudablemente, Ancelotti no va a solucionar todos los problemas poniendo a los chavales, es más, tiene que administrar muy bien el aporte y el temperamento de los veteranos, pero el hecho de que haya un grupo de jóvenes en la plantilla que aparecen asiduamente en el once y cuentan con la confianza del entrenador promete un equipo con más vitalidad que los últimos años. Además, la vuelta con público al Bernabéu es un factor favorable, porque los aficionados necesitan caras nuevas y futbolistas con hambre y todo por demostrar. Vinicius, Camavinga, Valverde... el futuro.