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Kosovo llega moralmente reforzada

Challandes, que recupera a Rrahmani con respecto a la ida pero pierde a Kololli y a Zeneli, podría modificar de nuevo su esquema, que es habitualmente muy atrevido.

Cuatro de seis. Kosovo llega al partido frente a España con la moral por las nubes tras sumar una victoria y un empate en los dos primeros encuentros de este parón internacional. El triunfo en Georgia fue histórico porque se trataba del primero en una fase de clasificación para un Mundial (en la previa de la Eurocopa obtuvo varios, pero ninguno en la liguilla de acceso a Rusia 2018). Contra Grecia, en un partido en el que tuvo más balón que el rival, igualó en el descuento gracias a un tanto de su principal figura, el corpulento delantero de la Lazio Vedat Muriqi.

Challandes cambió en la ida. El estilo de juego de Kosovo es propicio para España. Se trata de un equipo que no sabe jugar a encerrarse, y que cuando le toca defender se muestra vulnerable. Quiere tener la pelota, le gusta asumir riesgos en la salida desde atrás y se expone al incorporar mucho a los laterales en la fase ofensiva. Esta idea le ha valido para conseguir buenos resultados frente a combinados de nivel medio o medio-bajo, pero le ha penalizado siempre que le ha tocado medirse a potencias. Sin embargo, contra España son conscientes de que algo tendrán que cambiar, y, de hecho, en el partido de ida su seleccionador, el suizo Bernard Challandes, decidió apostar por una línea de cinco defensores, algo absolutamente novedoso en un conjunto que prácticamente siempre forma con cuatro.

Rrahmani, la gran novedad. Con respecto a ese precedente, Kosovo recupera a su capitán, el defensor central del Nápoles Amir Rrahmani. Se trata de un futbolista muy bueno en el juego aéreo -especialmente peligroso en acciones ofensivas a balón parado-, con gran jerarquía para liderar la línea. Es el único zaguero realmente de primer nivel que hay en el país, pese a que su acompañante Fidan Aliti ha logrado formar con él una pareja más que decente.

Dos bajas por sanción. Challandes pierde a dos titulares con respecto al partido frente a Grecia por acumulación de amarillas. Se trata del extremo derecho Lirim Kastrati y del interior Besar Halimi, autor del tanto balcánico en la ida. No son ausencias de mucho peso, ya que ninguno sería indiscutible si Kosovo dispusiera de todos sus fijos, pero obligarán al técnico a apostar por futbolistas con muy pocos partidos internacionales, como Bytyqi, Loshaj o Muslija. Las bajas más importantes son de jugadores que ya no pudieron acudir a esta convocatoria: el media punta del Reims Arber Zeneli, que ha vuelto a sufrir una lesión de rodilla de larga duración, y el lateral izquierdo Benjamin Kololli, que ahora juega en Japón y no pudo viajar por cuestiones relacionadas con los protocolos COVID. Para suplir esta última, el seleccionador está usando a un lateral derecho, Florent Hadergjonaj, a pie cambiado. La maniobra le está dando buenos resultados, ya que él fue quien asistió a Muriqi en el gol del empate ante Grecia.

Rashica, la sensación. En Kosovo andan emocionados por el fichaje de uno de sus jugadores más queridos, el extremo Milot Rashica, por el Norwich de la Premier League. En una selección plagada de hijos de emigrantes que nacieron en el exterior, la historia de Rashica, que sale de la liga local (jugaba en el modesto Vushtrri), lo conecta especialmente con el público.