Un ojo en Pristina y otro en Atenas
España debe ganar esta noche a Kosovo y esperar un posible tropiezo de Suecia en Grecia. Laporte está recuperado. Marcos Llorente y Carlos Soler, posibles titulares.
El fútbol se juega con un balón, pero España deberá hacerlo esta noche con dos. La Roja tendrá un ojo en Pristina y otro en Atenas, pues en esos 500 kilómetros que separan ambas capitales se decide buena parte de su futuro en las eliminatorias rumbo a Qatar 2022. Kosovo-España y Grecia-Suecia, ese es el menú con el que se cierra esta ventana mundialista de septiembre (sigue el partido de España en directo en As.com). Conviene, eso sí, tratar de marcar gol con el balón que uno tiene en los pies antes que esperar a que suene la flauta en el otro estadio. De lo contrario se corre el riesgo de que ni lo uno ni lo otro...
El liderato de La Roja es frágil si tenemos en cuenta que ha jugado dos partidos más que su gran rival para el pase directo a la Copa del Mundo, Suecia. La primera premisa está clara: ganar hoy en Pristina. Posteriormente habrá que esperar el tropiezo sueco en Grecia o en el parón de octubre que permitirá que los nórdicos se pongan al día en partidos jugados: los de Janne Andersson recibirán entonces a Kosovo y Grecia, mientras que España disputará la Final a Cuatro de la Nations League con Italia como rival de semifinales en San Siro.
Incómodo. Llegados a este punto, hay que aparcar las cábalas y suposiciones y centrarse en lo que verdaderamente espera esta noche a nuestros internacionales. Se trata de un partido incómodo y Luis Enrique es el primero en dejarlo claro: "Kosovo te va a complicar la vida, seguro". No se refiere al ambiente de la grada, que algunos temen enrarecido por cuestiones que nada tienen que ver con el fútbol, sino a lo estrictamente deportivo.
Es cierto que perdió ante España por 3-1 en Sevilla, allá por marzo, pero también lo es que un gol de Besar Halimi complicó el tramo final del partido. Posteriormente, los de Bernard Challandes han ganado a domicilio a Georgia (0-1), en lo que supuso su primera victoria en unas eliminatorias para un Mundial, y empatado en casa con Grecia (1-1). Si uno la mira de perfil, poco tiene que ver esa selección con la última con la que ha tenido que vérselas La Roja, Georgia. Kosovo no tiene miedo a despeinarse, el suizo Challandes pretende imponer un sello que a alguno le sonaría más propio de selecciones de un mayor nivel.
Vedat Muriqi es el faro que alumbra los ataques kosovares y esta no es solo una metáfora. El jugador del Lazio, con su 1,94 de estatura, es un incordio a balón parado, pero sobre todo es el valor más seguro con el que cuenta Kosovo cara al gol. Marcó en la victoria en Georgia y también firmó el tanto que rescató en el 92' un punto ante Grecia el pasado domingo. Otro jugador de la Serie A, el capitán Amir Rrahmani (Nápoles), volverá a ser el referente defensivo después de que se perdiera la ida por lesión. Lirim Kastrati y Besar Halimi serán baja por acumulación de tarjetas.
En España, mientras, Laporte parece haberse recuperado de sus molestias, aunque Albiol está en la recámara. Todo hace indicar que Busquets volverá a ser el referente en el centro del campo, donde las buenas sensaciones de Llorente y Soler ante Georgia les hacen valedores de un puesto en el once titular. Arriba, si no hay sobresaltos, Morata volverá como nueve con Ferran y Sarabia de escuderos. En sus manos estamos, en sus botas también. Necesitamos sus goles para una victoria obligada. Luego, ya habrá tiempo de ver cómo le va la vida a los suecos por Atenas.