Ser titular en el Deportivo se va a cotizar muy caro
Por primera vez desde que se hizo cargo de la secretaría técnica del Deportivo, Carlos Rosende compareció públicamente para hacer balance del desenfrenado verano de fichajes y salidas del club coruñés. La ausencia final de otro delantero fue la guinda que faltó. La fuga de Guille Bueno, el aviso de los peligros que vienen cuando la cantera asoma la cabeza. La situación de Borges, que realmente compete la planta noble en la que se gestan los ERE, el lunar.
La nota al trabajo de Rosende y su equipo llegará en el último fin de semana de mayo, o incluso un poco más tarde si hay que jugar un playoff de ascenso. Queda un lejano camino por asfaltar, pero el diseño de la carrera no pinta nada mal. Sin los recursos ‘ilimitados’ de su antecesor y sin hipotecar al club con contratos de eterna duración, se ha diseñado una plantilla con ideas muy claras y mano a mano con Borja Jiménez, el nuevo inquilino del banquillo. Experiencia en Segunda B, puestos doblados, jugadores con rol de titulares, talento novel junto a experiencia, sin complejos con la cantera y hambre de éxitos, ese gen ganador que tanto necesita un equipo acostumbrado a llevarse estacazo tras estacazo estos últimos años.
Juzgar al Deportivo por la primera jornada sería tan fácil (un rodillo hacia el ascenso) como erróneo con todo lo que queda por caminar. La impresionante goleada en Riazor ante el Celta B, al margen de una inmensa alegría, fue la séptima victoria consecutiva en casa, o sea que no estamos ante el nuevo testamento. Queda la signatura de competir, y ganar, fuera de casa con dos parciales a la vuelta de la esquina: Tudela y Calahorra. Todo eso se irá viendo partido a partido, aunque si existen ya un par de evidencias palpables. La primera sí pertenece al viejo testamento: la afición. El ambientazo que vivió en el derbi de Riazor, el milagro del crowdfundig de Touriñan con Noel y Trilli, caminado ya hacia los 20.000 abonados…. ¿Quién puede presumir, o más bien soñar, con tener unos seguidores así? Todo esto sin olvidar que el Depor está compitiendo en Primera RFEF; pues eso.
La segunda, que ser titular en este equipo se va a cotizar muy caro. En su primer once Borja dejó en el banquillo a Granero y Trigueros apostando por Lapeña y Jaime, y perfecto. Juerguen Elitim dio una exhibición de pases milimétricos y Menudo, saliendo de refresco, dejó en un abrir y cerrar de ojos un golazo y una asistencia. Los dos delanteros titulares, Quiles y Miku, marcaron, pero los otros tres tantos llegaron con los cambios: Menudo, Doncel y Noel. Trilli, que a sus 18 años debutaba, parecía estar disputando su partido 200 con la blanquiazul. Este fin de semana no estará, al igual que Noel, para jugar con la Sub-19 y Benito, su competencia, no puede dejar pasar el tren. Héctor fue dueño del carril izquierdo con Aguirre apurando su recuperación para morder por el puesto. William sigue creciendo en su descaro en el uno contra uno, con una larga lista aspirantes con las mismas ganas de desbordar como Víctor García o Doncel. Si me apuran, lo único fijo en los partidos de este año será Ian Mackay y los banderines de córner. Las grandes tardes suelen llevar una firma que brilla sobre las demás; los objetivos, lo importante de verdad, lo consiguen las plantillas, los equipos. El Depor 2021-2022 tiene toda la pinta de serlo, ahora ‘solo’ quedan 37 partidos para confirmarlo.