Nadal vuelve con mal pie
Rafa Nadal regresó la pasada semana a la competición en Washington, casi dos meses después de su eliminación en seminales de Roland Garros ante Novak Djokovic. Estéticamente no quedó muy allá ver jugar a una estrella del tenis que había renunciado a los Juegos Olímpicos cuando el evento todavía no había terminado, pero sus explicaciones previas a la reaparición y los acontecimientos posteriores han aclarado sobradamente el porqué. Nadal renunció a Wimbledon y Tokio para recuperar su físico. “Mi cuerpo tomó la decisión”, dijo Rafa antes de su retorno. Después de su paso por París, el balear tuvo que parar veinte días sin tocar la raqueta por una lesión en un pie que, según lo visto, no ha remitido. Nadal cambió sus hábitos en la gira norteamericana y volvió una semana antes de su costumbre, en Washington, para probarse y recuperar ritmo lo antes posible. El primer encuentro lo ganó a Jack Sock, pero sufrió dolor. El segundo lo perdió ante Lloyd Harris, pero ya se sintió mejor, lo que interpretó como un paso favorable: “Necesito la sensación de jugar varios días seguidos sin problemas”.
Nadal se apuntó al Masters 1.000 de Canadá, que este año se disputa en Toronto, y mantuvo en su agenda el delCincinnati, los dos torneos que hacen de lanzadera clásica para el US Open. Eran dos oportunidades para cubrir esa necesidad, para recuperar esas sensaciones, para amoldar su físico y el maltrecho pie a la competición, para asegurar un buen punto de forma para el Grand Slam… No podrá ser. Las dolencias no han cedido y Rafa ha tenido que renunciar a ambos, por lo que llegará al Abierto de Estados Unidos, si es que llega, sin rodaje previo. “Lo importante es disfrutar jugando al tenis y, hoy, con este dolor, no puedo disfrutarlo”, ha comentado el balear, que vuelve a sufrir un parón en su carrera por culpa de lesiones. Lo peor es que, con 35 años, cada vez es más difícil levantarse.