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Un minuto de gloria olímpica: ¡Vamos Rafa!

Un minuto de angustia, un minuto de gloria. Los costamarfileños nos dejaron de piedra cuando marcó Gradel, favorecido por un rebote desafortunado que sorprendió a Unai Simón. Era el minuto 92 y parecía todo perdido. El sueño del oro destrozado por una acción fortuita. Pero esta España de De la Fuente es un gigante con pies de acero. Jamás se rinden, nunca hincan la rodilla. Así fue como un minuto después el murciano Rafa Mir aprovechó otra indecisión de Bailly para fusilar el gol de la esperanza y del salvamento olímpico. Ese minuto 93 nos dio la respiración asistida cuando algunos ya se veían haciendo las maletas de regreso. Por eso en el extra time los nuestros entraron con cara de ganadores y los africanos con el rostro de la derrota dibujado en sus caras. El fútbol es como la vida. En un momento pasas de la frustración al éxtasis, de la decepción más profunda a la euforia incontenible.

En el arranque de la prórroga, llegó pronto el nuevo regalo de Bailly con un penalti claro con la mano estirada que permitió al venezolano Jesús Valenzuela pitar el máximo castigo. Oyarzabal, como ya hiciese en el penalti decisivo en la tanda ante Suiza en los cuartos de la Eurocopa, definió con su maestría habitual. El guipuzcoano es uno de los veteranos de este equipo de oro y se nota. La presión no puede con él ni con sus compañeros. Luego supieron aguantar y sostener un triunfo, adornado con otros dos golazos de Mir que terminó de certificar nuestro pase a semifinales. ¡¡¡VAMOS RAFA!!! Así se completó un sábado de gozo olímpico, iniciado de madrugada con el Oro en Tiro de Alberto Fernández y Fátima Gálvez, y continuado por nuestro Pablo Carreño, que conquistó un Bronce que supo a Oro al tumbar con grandeza a Djokovic, número 1 del Mundo. Costa de Marfil nos hizo sufrir como estaba previsto (ni alemanes ni brasileños lograron ganar a 'Los Elefantes'), pero nadie dijo que la ruta hacia el Oro de Tokio iba a ser fácil. Orgulloso de vosotros, chavales. Sigamos soñando...