Cuarto ministro, a 13 días de Tokio

La remodelación del Gobierno acometida por Pedro Sánchez ha alcanzado de lleno al deporte en unas fechas extrañas, a sólo 13 días de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio. Desde la perspectiva exclusiva del deporte no parece el momento más propicio para cambiar de titular, aunque realmente este sector es una pequeña porción, bastante pequeña, dentro de los profundos cambios decretados, que han supuesto el relevo en siete carteras. Es más, ni siquiera es la prioridad en su ministerio, donde hay otros retos pendientes que afectan a la cultura. Asumida esta condición, hay que admitir que tiene mala suerte el deporte en los últimos tiempos, porque no acaba de asentarse. En los tres años de presidencia de Sánchez ya han desfilado cuatro ministros: el efímero Máxim Huerta, José Guirao, José Manuel Rodríguez Uribes y, desde este sábado, Miquel Iceta. Y también tres secretarios de Estado en el CSD: María José Rienda, Irene Lozano y José Manuel Franco. Por mucha continuidad que haya en sus políticas, que no siempre la ha habido, es difícil mantener así una mínima armonía.

La buena noticia para el deporte, dentro de tantos vaivenes, es que Iceta y el propio Sánchez han garantizado la permanencia al actual equipo del CSD, que lidera Franco desde finales de marzo, con Albert Soler como número dos desde mayo. Casi son unos recién llegados, no tendría sentido un relevo. El Consejo podrá seguir así trabajando en la misma línea para sacar adelante la Ley del Deporte, ya avanzada en los tiempos de Guirao y Rienda, y la nueva adaptación de la Ley Antidopaje, además del reparto de los recursos europeos para la recuperación del sector. Otra cosa son las relaciones con los diferentes estamentos como LaLiga, las Federaciones o el COE, con el que Uribes mantenía un estrecho vínculo. Habrá que reiniciarlas. El deporte tiene nuevo ministro. Uno más. Que sea para bien.