El sueño de una noche de verano
Terminó nuestra participación en la Eurocopa, y despertamos del sueño repentinamente e inmerecidamente. Tendrían que habernos dejado soñar un ratito más, pero de repente nos tiraron un cubo de agua fría. Muchos de nosotros nos fuimos enganchando poquito a poco a esta Eurocopa. Yo confieso haber mirado la lista de Luis Enrique y haber torcido el ceño ante nombres que no me sonaban de nada o que me sonaban de muy poco…soy mal aficionado, lo reconozco abiertamente.
Y no me enganché a la competición hasta días más tarde. Demasiadas sedes, demasiado poco público, muchos nombres nuevos de jugadores, muchas selecciones, poco ambiente, todo eso desde mi punto de vista, claro está. Encima, también fui de los que se molestó ligeramente al ver a ciertos jugadores colocados en posiciones en las que brillaban menos, caso de Llorente, el chico que podía haber marcado un par de golitos y haber dado otros dos, jugando de lateral y más preocupado por defender que por atacar.
Resumiendo, todo eran dudas, pero la verdad es que me fui enganchando a la competición y al equipo. A mí siempre me duele cuando se pasa de la fase de grupos a las eliminatorias puras y duras. Siento que se vayan equipos como Suecia, Alemania, Portugal, etcétera. Me da lástima. Soy un aficionado raruno. Me puede más siempre la melancolía que la euforia.
Solamente hemos ganado un partido dentro de los 90 minutos, creo. Los demás han sido empates o prórrogas y tandas de penaltis. Hemos ganado solamente uno con claridad. Así que podemos decir que hemos ido pasando rondas por los pelos, aunque la Selección en algunos partidos ha ilusionado por su juego, pero reconozcamos que ha sido muy difícil no comparar a estos chicos bien intencionados, talentosos y sufridores con aquella Selección de súper futbolistas que nos llevó a lo más alto durante cuatro años. Me ha resultado inevitable recordar a Torres marcando ese gol maravilloso a la intratable Alemania.
Gracias, nueva generación y nueva Selección. Nos habéis hecho vibrar, y eso ya es mucho. Luis Aragonés estará despotricando, pero muy orgulloso de vosotros.