Italia y España empatan en estilo y espíritu
Después de varios intentos, interrumpidos con el salto al pasado de Conte, Italia parece haber enterrado definitivamente el hábito del ‘catenaccio’. Aquello fue su marca futbolística durante años y le dio resultados que quizá no hubieran sido peores si hubiera jugado de otra manera, porque con frecuencia tuvo futbolistas extraordinarios. Pero a Italia le bastaba ganar por un gol, y porque no se podía ganar por medio gol. Bueno, pues eso ha quedado atrás con Mancini, que demuestra en la cuna del ‘catenaccio’ que jugando de otra forma se pueden obtener mejores resultados. Lleva 32 partidos sin perder y 13 victorias consecutivas.
Italia está haciendo una Eurocopa ejemplar, mandando en todos los partidos, sin sufrir más que en una fase ante Austria, y mostrándose eficaz en las dos áreas. Desde el gigante Donnarumma en la meta hasta el diablillo Insigne en el extremo izquierdo, todo el equipo se mueve con energía, talento y confianza. A eso se enfrenta hoy la Selección de Luis Enrique que no llegó, como la de Mancini, acariciando un récord histórico de imbatibilidad, sino entre dimes, diretes y dudas que no hace falta enumerar. Pero todo eso lo ha convertido en alimento moral del grupo, que ha ido a más según avanzaba el campeonato.
La Italia de Mancini y la España de Luis Enrique empatan en estilo y espíritu. La duda es si en las áreas España pesa tanto como Italia. Eso es lo que ha de dilucidar este fenomenal partido, el número 38 entre ambas selecciones (hoy ya habremos jugado tantas veces con Italia como con Portugal) con pleno equilibrio en resultados (11-15-11) y muy leve ventaja para Italia en goles, (43-40). Los dos técnicos se mostraron tranquilos ayer, pero siento que el compromiso para Italia es mayor, por su racha y porque el 4-0 de Kiev aún escuece. España, por contra, ha llegado hasta donde casi nadie esperaba. Está cumplida. Lo que venga será a más a más.