El terremoto del positivo de Sergio Busquets tuvo ayer varias réplicas, movimientos de reacomodamiento del terreno mientras cruzamos los dedos para que no ocurra un seísmo mayor. Por ahora no lo hay. Ayer no se conoció ningún otro positivo. Excuso decir que el día se vivió con aprensión ante el temor de un ‘efecto Fuenlabrada’, aquel contagio en serie que provocó un fenomenal lío en la última jornada de Segunda hace ahora un año. Se ha reforzado la burbuja, se entrena por partes, se mantienen distancias y se vive un silencio expectante. “Se podría oír un alfiler cayendo al suelo”, me dijo alguien desde dentro.

Con Sergio Busquets ya aislado en su casa, Luis Enrique ha llamado por lo que pueda pasar a Brais Méndez, Fornals, Carlos Soler, Rodrigo Moreno y Albiol. Ninguno de ellos está fijado como sustituto de Busquets. Eso ya se verá. De momento, han sido convocados por lo que pueda pasar. Luis Enrique tiene hasta el sábado a las 21:00 para sustituir a Busquets si así lo decide, y a quien o quienes puedan estar también contagiados, esperemos que ninguno. Eso sí, al retocar la lista ya no podrá pasar de 24. Todas las demás selecciones agotaron los 26 permitidos, pero Luis Enrique gusta de ir por la vida de sobradete y se distinguió así.

También han sido reclutados y acuartelados los muchachos de la Sub-21, licenciados tras su derrota el jueves ante Portugal. Con ellos se apañará el partido de hoy ante Lituania, que les contará como oficial para su palmarés y a más de uno le valdrá un dinero por tener metida esa posibilidad como un plus en el contrato con su club. Y hoy (a buenas horas mangas verdes) se va a vacunar a todo el paquete de seleccionados, técnicos y auxiliares. Lástima que no se decidiera antes, como con los olímpicos. Nos hubiéramos ahorrado este sofoco que esperemos no vaya a más. Estamos en fechas de elegir destino vacacional. Esto ha sido muy inoportuno.