España lo hizo todo menos el gol

La Eurocopa ya está ahí, y para entrar en ambiente tuvimos un aperitivo de tronío con Portugal enfrente y un prolegómeno grato: la presentación de candidatura conjunta para el Mundial 2030. No sé si saldrá, es el centenario y tendrá muchas novias, pero me gusta ir de la mano con 'o pais vecino' en esta iniciativa. Fue un acto sencillo y limpio, con presencia de las mayores jerarquías de los dos países, rey de España y presidente de Portugal a la cabeza. Sólo deslució el intercambio de camisetas. Los portugueses se esmeraron más en serigrafiar en la suya el nombre de Felipe VI que nosotros en la nuestra el de Marcelo Rebelo de Sousa.

Y luego, el fútbol, con 15.000 espectadores por fin que vieron un partido serio, jugado con pierna fuerte y sin regalar un metro. Luis Enrique soltó alguna sorpresa en la alineación aunque no en la portería, donde insistió en Unai Simón, que volvió a dar pruebas de inseguridad. Eso y sobre todo la falta de gol fueron los déficits a apuntar a la Selección, que por lo demás estuvo bien. Un grupo de jugadores al servicio de una idea en la que creen e interpretan bien. Presionan al rival donde es más apropiado, roban, salen por la banda. Todos a una. España fue mejor que Portugal, campeona vigente de la Eurocopa y la Liga de Naciones.

Puede discutirse el papel de Llorente como lateral porque en esa posición pierde aportación arriba, pero la verdad es que ayer la tuvo, y muy seria. Es impresionante su fuerza. Se hizo raro jugar con dos centrales zurdos, Pau Torres y Laporte. Thiago aún arriesga balones sin necesidad. Pero el grupo funciona y llega, da impresión de solvencia... hasta llegar arriba. Hubo media docena larga de llegadas con mucho aire de acabar en gol o gol, pero sólo una gran parada de Rui Patricio, a cabezazo de Ferran Torres. Sumemos un tiro al palo de Morata, ya en el descuento, en la más clara de todas. Lo demás fueron pifias difíciles de explicar.