Aquel impacto del Ajax y su fútbol-total
Leo en As un oportuno recuerdo de Javier Hernández al cincuentenario de la primera Champions del Ajax, un parteaguas en la historia del fútbol. A los que ya lo seguíamos entonces aquel equipo no sólo nos maravilló, también nos sorprendió. Parecerá tonto decirlo ahora, pero lo más chocante era la extrema delgadez de sus jugadores, que contrastaba con lo que se venía viendo hasta la época. Basta repasar fotos anteriores para ver abudancia de jugadores llenitos, algunos decididamente fondones. Aquellas fotos sugieren grupos de cuarentones, equipos de casados dispuestos a enfrentarse animosamente a los solteros de la urba.
Se pensaba que el peso era bueno en un deporte de choque, como es el fútbol. El Ajax prefirió optar por la velocidad escurridiza. En el Ajax todos eran delgados, altos, melenudillos, con aire juvenil. Y extremadamente rápidos y resistentes. Se machacaban. Un día me contó Cruyff que la consigna era “sufrir en los entrenamientos para disfrutar en los partidos”. Cruyff era la estrella en un armónico conjunto de buenos jugadores agrupados en torno a la idea del movimiento constante, intercambio de posiciones, capacidad individual para desenvolverse arriba o abajo, a la derecha o a la izquierda. En cierto modo, once distéfanos.
Aquella dinámica sorprendió. En España ya tuvimos un aviso de ello cinco años antes, cuando la Selección preparaba el Mundial Inglaterra-66 y contrató como ‘sparring’ al Ajax, equipo desconocido que nos sonó a jabón de lavadora. Nos pintó la cara, empatamos 1-1 de milagro y el desconcierto modificó los planes y nos llevó al fracaso en un Mundial al que acudimos con vitola de campeones de la Eurocopa-64.Con el tiempo descubrimos que aquel Ajax no anunciaba un jabón de lavadoras, sino la llegada de un nuevo fútbol. El ‘fútbol-total’ se llamó. Hace medio siglo se consagró. Aquel equipo cambió el fútbol. Bendito cambio.