Otro Zidane es imposible
El derecho de Zidane. No hay manera de que el Real Madrid encuentre un entrenador que le represente mejor que Zidane. El francés, harto ya de estar harto, se volvió a marchar. Se lo ha ganado. Si le damos tanta naturalidad a la destitución de los entrenadores con todo lo que asumen, habrá que aplaudir que el mejor entrenador de la historia del club pueda decidir cuál es su momento para abandonar la nave. Para los que piensen que Zidane ha dejado tirado al Real Madrid, pueden mirar la foto del otro lado y pensar que el Madrid le dio los motivos para sentirse prescindible, sin ficharle ni renovarle a quien pidió y sin tener que ponerse colorado con los que le ayudaron a hacer historia en el banquillo blanco. Un adiós por desgaste.
La puerta de atrás de Florentino. Pase lo que pase, la historia reconocerá a Florentino Pérez como un gran presidente del Real Madrid. Eso es indiscutible desde el punto de vista económico, deportivo y de proyección planetaria del club. Sin embargo, es igual de indiscutible que ha gestionado de manera lamentable la salida de algunos de los grandes iconos de su historia. No es casual que Del Bosque, Fernando Hierro, Raúl, Casillas o Cristiano Ronaldo, casi nada al aparato, no tuvieron la despedida que merecieron. La frialdad en la marcha de Zidane es otra muestra más del pésimo manejo del relato. Mejor que un comunicado de tres párrafos hubiese valido una foto de Zizou con todos sus trofeos, una rueda de Prensa conjunta, como la primera vez que se fue, para agradecerle todo y explicar los motivos de su marcha tras un año tan difícil en todos los sentidos. Y con Sergio Ramos ya veremos lo que pasa…
Un perfil imposible. Casi hasta se puede parodiar el perfil que necesita el nuevo técnico blanco. En el palco quieren mano dura y en el vestuario un técnico amable; tiene que saber gestionar estrellas, ser capaz de hacer la transición de los veteranos y paralelamente hacer suya la apuesta del club por los jóvenes que han costado 45 millones por barba. Además de ser tácticamente superdotado y técnicamente con jerarquía, tiene que ejercer de portavoz del club entre dos y cuatro días a la semana porque no hay director deportivo. Si además sabe poner una sonrisa a las preguntas impertinentes, tendremos al nuevo Zizou.
La urgencia por fichar. Allegri era el elegido, pero circunstancias personales le han agarrado a Italia y a la Juve. El Madrid necesita planificar con tiempo y la figura del entrenador es trascendental para el cambio de ciclo que, con la marcha de Zidane, ha llegado de verdad.