El error de Ronaldo arrastra al Real Valladolid a Segunda

El Real Valladolid está solo a la espera de un milagro para no bajar a Segunda. Este domingo, si pierde en San Sebastián y empatan o ganan Huesca y Getafe, el conjunto de Sergio González descenderá de manera matemática. También hay posibilidades matemáticas en el sentido contrario. Si pierde el Huesca o el Getafe, una victoria en Anoeta sacaría al Valladolid del descenso y le permitiría volver a depender de sí mismo. Estas son las opciones, sin más. La realidad que se palpa es más cruel.

El durísimo y enésimo golpe sufrido ante el Villarreal ha terminado con las ilusiones de todos. Ya no hay fe. Es cierto que hay quien viene anunciando el descenso desde hace tiempo, pero lo normal es que cuando alguien quiere algo, en este caso a un club, trate de cambiar con ánimos y esperanzas, con positivismo, el rumbo de los acontecimientos. En la vida y en el deporte sobra el negativismo y sobran los enterradores prematuros. Mientras existan posibilidades es una obligación tratar de agarrarse a ellas y pelear por el objetivo. Y asi ha ocurrido en las últimas semanas. La afición y el entorno han creído en la posibilidad de la salvación, mucho más que dentro del club donde también ha habido mucho enterrador que dejó de creer hace tiempo.

Y ahora estamos solo a la espera de un milagro. El peor panorama ya está aquí. Los agoreros claman orgullosos que tenían razón, que lo veían venir. Y es cierto, posiblemente haya sido un error confiar en un Real Valladolid que lo ha tenido en su mano, que ha desperdiciado mil oportunidades, que se ha empeñado en bajar, pero yo lo volvería a hacer y me parece que la gran mayoría de esta afición también. No hay más que ver la ilusión de todos los que acompañaron al equipo en su llegada a Zorrilla el domingo. Esa gente creía y dio todo su apoyo y ánimo a los futbolistas. Hoy están decepcionados, pero estoy seguro de que volverán a hacerlo, y estoy seguro también de que, este próximo domingo, se sentarán delante del televisor pensando que ese milagro puede llegar, que todavía es posible, que igual salta la sorpresa en Anoeta y el Huesca pierde en Sevilla.

Esa gente soñará con ello porque lleva al club muy dentro y apurará hasta el último segundo las escasas posibilidades de salvación. Pero no nos confundamos. Esa gente no es idiota y sabe lo que es más que posible que ocurra. Esa gente ve lo que hay y sabrá hacer valoración de lo que ha pasado esta temporada cuando todo termine. Tiempo habrá para analizar un año complicado y que ha quedado marcado por el empecinamiento de Ronaldo en no cambiar de entrenador. La equivocada decisión del brasileño ha marcado la temporada y está a punto de llevar al Real Valladolid otra vez a Segunda. Ronaldo es el gran responsable, Sergio hace mucho tiempo que dejó de tener la culpa.