Si todo es una cuestión de perspectiva, el Madrid tiene motivos para reír y llorar al mismo tiempo. No aprovechó la concesión del Barcelona y el Atleti, pero evitó vencerse de forma definitiva en LaLiga. También jugó mejor que en otras muchas noches, pero salió penalizado por la estrategia defensiva. Sigue de pie, que no es poco. Es indiscutible que las apariencias muchas veces no son lo que parecen.

Casi gana el Sevilla en una actuación timorata y muy pobre en todos los registros del juego. La sorpresiva alineación del 'Papu' Gómez como falso nueve le hizo arrancar con buen pie. Por simple número, aunque también por calidad, atestiguó su superioridad en la medular y trasteó con el balón ante un Madrid demasiado parado, todavía bajo los efectos del fiasco europeo. El gol de Fernando condicionó todo el metraje. Se tuvo que espabilar como pudo el Madrid y el Sevilla dio un paso atrás supuestamente convencido. Sin embargo, su rendimiento defensivo dejó siempre mucho que desear. No protegió la frontal del área, Koundé y Diego Carlos se echaron encima de Bono y las coberturas tras los movimientos de arrastre de jugadores blancos brillaron por su ausencia.

La levísima mejoría de Modric y Kroos tras el descanso anunció el dominio del Madrid. Odriozola se proyectó por la derecha, Benzema aleteó por todo el ataque y Casemiro se incorporó con sus rupturas verticales. En cambio, el Madrid añoró el desborde de Vinicius y la agitación de Valverde, otra vez descolocado al tener que actuar tan abierto. No se vieron sus clásicos desmarques en profundidad entre el central y el lateral. Pero no necesitó mucho el Madrid para desencadenar lo que parecía que iba a ser la remontada. Los permanentes disparos al pie del Sevilla en forma de pérdidas, véase la de Jordán en el gol de Asensio, encuadraron el ataque blanco. A la tremenda, el Madrid puso la dirección correcta, incluso golpeado de nuevo por Rakitic. Fue por pura voluntad. Lopetegui también estuvo a favor de obra, excesivamente conservador en los cambios y en la orden clara a sus futbolistas de ceder terreno para buscar las transiciones. Entre Kroos y Hazard castigaron esta postura. El empate no le parecerá gran cosa ahora al Madrid, pero la derrota era terminal. Quién sabe.

Benzema hace de 'Papu'

El jugador francés viene en el apoyo y desconecta las vigilancias de Koundé y Diego Carlos. Nunca entendieron qué hacer con sus movimientos.

Odriozola estira

El desmarque del lateral arrastra a Ocampos y separa las líneas del Sevilla. Frontal más despejada para Modric.