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El Supermartes deja todo igual

La Euroliga celebraba una jornada inédita, un Supermartes con tres choques decisivos en busca de la Final Four, concentrados en 135 minutos. Desde que los playoffs pasaron de tres a cinco partidos en 2009, nunca se había vivido una situación similar. La igualdad exhibida en la liga regular se ha trasladado a los cruces. Incertidumbre hasta la última bocina. El baloncesto es un deporte que, por su sistema de competición, siempre suele ofrecer una oportunidad más, un salvavidas, un comodín. Pero, precisamente por eso, también es un deporte donde es difícil reventar los pronósticos. El Supermartes dejó las cosas como estaban, con los cuatro mejores de la primera fase clasificados para Colonia: Barça contra Milán y CSKA contra Efes. El Real Madrid y el Bayern Múnich se habían postulado como los dos primeros equipos que podían remontar un 2-0 en la historia, pero finalmente sucumbieron ante sus rivales. El Zenit, por su parte, aspiraba a convertirse en el primer octavo que doblegaba al líder, pero fue arrollado en la cita definitiva. El desenlace de los playoffs ha seguido el carril de la regularidad.

El Barcelona, diseñado para ganar el título, vuelve a laFinal Four después de su última presencia en 2014. El Real Madrid, que había jugado seis de las siete últimas, se queda en las puertas de su torneo. Ambos dejaron sensaciones opuestas. Mientras que el equipo catalán sufrió más de lo previsto por plantilla ante un rival teóricamente inferior, el madrileño rozó un milagro ante el ogro Efes fuera del pronóstico. Eso auguraba la primera fase. Sin embargo, con una mirada menos romántica, el Madrid tendría que haber estado entre los cuatro de Colonia si calibramos a los equipos por sus presupuestos. El corazón de los jugadores no ha fallado, ya se ha visto en la cancha, pero sí hay que analizar en profundidad la situación, porque no ha sido todo mala suerte durante la temporada, que también la hubo.