El Barça más europeo
El FC Barcelona es más que un club de fútbol masculino. Los cinco trepidantes días que culminan este martes son una buena prueba de ello. El viernes, el equipo de baloncesto salió escaldado de San Petersburgo con un rotundo tropiezo ante el Zenit que le obligaba a disputar el quinto partido de playoff de la Euroliga. El sábado, el equipo de fútbol sala superó las semifinales de la Champions ante el Kairat Almaty para meterse en su quinta final continental, en busca de su cuarto título. El domingo catapultó al equipo femenino de fútbol, que doblegó al PSG para entrar en su segunda final, una gran oportunidad ante el Chelsea. Excepcionalmente en lunes, fue otra vez el turno del futsal, aunque en esta ocasión con un resultado amargo, con una derrota ante el Sporting de Portugal (3-4), después de ir 2-0 arriba al descanso. Este martes, como remate, el basket se juega en el Palau el todo o nada para regresar a la Final Four. Son tres ejemplos, tres proyectos de tres secciones diferentes, diseñados para reinar en el continente. Podríamos añadir al balonmano, todavía vivo en cuartos.
Unas veces se gana y otras se pierde. Este lunes tocó digerir el sabor más agrio. Pero es digna de aplaudir la búsqueda del éxito y de la excelencia en todos los frentes. Alguien puede argumentar, y con razón, que estas secciones son deficitarias y que esa fiesta la paga el fútbol masculino. Correcto. Pero si lo hace será porque tiene una demanda social y porque le compensa como imagen. Otros también lo han tenido al alcance, como ocurrió con el Atlético, que dominó la liga femenina durante tres temporadas por delante del propio Barcelona, pero luego no ha sido capaz de dar el salto de calidad en Europa. Este martes, el Barça vuelve a escena con un partido decisivo de baloncesto. Igual que el Real Madrid. Dos equipos con grandes presupuestos cuya exigencia sólo puede ser ganar.