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Gol de Militao con brincos de Zidane

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El Madrid está a dos frentes y los vive con la misma intensidad. Sólo hubo que ver cómo corrió y brincó Zidane cuando Militao abrió por fin el marcador ante Osasuna, entrando el partido ya en su ocaso. Zidane es un hombre contenido, poco dado a exteriorizar sus sentimientos, pero esta vez un relámpago de alegría incontenible le sacudió el cuerpo. Aunque mantuvo fuera de este partido a Kroos y Modric, los arquitectos del equipo, que no pueden más, sí tiró de Benzema, crucial siempre, de Militao, que lo es ahora, y de otros titulares. Quería los puntos y los tuvo. Irá a Londres con todo, pero LaLiga sigue en su mirilla.

Poco antes había ganado el Atlético y no era cosa de dejarle escaparse. Había ganado a lo Simeone, apretando hasta el 0-1 y acomodándose después en su área. Es algo que exaspera cada vez a más atléticos, aunque sigue habiendo legión que recuerdan lo mucho que ha hecho este entrenador por su club y lo disculpan. Pero ayer la angustia subió hasta niveles rojos cuando de tanto estar en el área propia le cayó un penalti en el 90’. Fidel tiró al palo y su fallo provocó una polémica encendida. Oblak se había movido, muchos jugadores habían entrado en el área. No se repitió porque el último toqueteo de la norma deja una zona confusa.

Así que el Madrid tenía que salir a por todo. Zidane, devoto del 4-3-3, se ha convertido en entrenador de geometría variable, porque tiene bajas y altas tan continuas que debe improvisar. Ayer fue un 4-2-3-1, con Hazard detrás de Benzema y de nuevo Blanco junto a Casemiro. De Hazard aún esperamos una aparición final tipo Séptimo de Caballería, pero no mueve al optimismo. Duró un cuarto de hora, aunque jugó una completa. El héroe fue Militao, que luego de tres grandes remates consiguió por fin batir a Sergio Herrera en el cuarto. Cerró Casemiro, segundo goleador del equipo. Esta vez el tocado fue Varane. Veremos quién hay para Londres.