Wu Lei Express
Cuando se habla de la situación de Wu Lei parece que en China es asunto de Estado. Y yo nunca he sabido hasta qué punto creérmelo, aunque me gusta embaucarme por el relato. Las redes son tan engañosas que hace poco el Espanyol salía en la Superliga de equipos con más interacciones en los inescrutables caminos de internet, sólo por detrás del Real Madrid y Barça. A veces es preciso creerse las mentiras si el discurso es útil. Como pasa con las religiones.
Mientras aquí llegamos tranquilos al tramo final de la temporada y ya podemos sacar conclusiones sobre qué papel ha ejercido cada jugador, en China las redes arden contra Vicente Moreno por no alinear al ídolo nacional. Si De Tomás es la estrella, Embarba el gregario, Darder la brújula, Puado el bendecido, Melamed el héroe revolucionario, Keidi Bare el mejor fichaje, Dimata el talismán, Diego López el mentor y Pedrosa el liberado, Wu Lei es el crucificado. Empezó siendo el primero en confirmar que seguiría en Segunda y ahora apenas tiene minutos. Hace poco incluso se me pasó por la cabeza sugerir al departamento de comunicación el ‘Dreams’ de The Cranberries versionado por Faye Wong para un posible vídeo de adiós.
Las estadísticas ensombrecen los intangibles. Y al final, el fútbol, como expresión humana, depende más de los intangibles que de los números, aunque nos conformemos con lo segundo. Vicente Moreno sabe gestionar los intangibles. Sabe cómo iluminar a la estrella, cómo orientar la brújula y no sobreexpone al revolucionario. Lo de Wu Lei, per se, es un caso de intangibles. Todos creíamos que jugaría por decreto. Que era un fichaje única y exclusivamente estratégico. Y es un poco de todo eso y a la vez, nada de eso.
Me explica Dani Yan, periodista chino, que como en la tienda de China sólo se puede estampar el nombre de Wu Lei a él le piden por privado que les consiga camisetas de otros jugadores. Más allá de las audiencias, Wu Lei crea espanyolismo. Desde el primer día quiso empaparse del ambiente de Sant Adrià, de la cultura barcelonesa. Escribe un blog que actualiza cada semana. Wu Lei no es sólo mercancía, es un futbolista que se hizo hombre en una escuela de fútbol castrense y que al dar el salto a Europa ha querido vivir el sueño con los cinco sentidos, con disciplina pero, sobre todo, con pasión. Ahora no juega y quizá la temporada que viene ya no esté en el Espanyol. Las audiencias bajarán, los números hablarán y las redes se apagarán. Aunque las hemerotecas guardarán lo tangible, con los años nos daremos cuenta de lo bonito de esta relación.