PSG-Bayern, eliminatoria inolvidable
A pesar de que se presentó en París con un oneroso 2-3 a sus espaldas, el Bayern mantuvo vivo el encuentro del Parque de los Príncipes hasta el final. Su consuelo es que ganó el partido, con gol del gigantón Choupo-Moting, que ha hecho lo que ha podido por cubrir la ausencia de Lewandowski. Pero la verdad es que si la eliminatoria estuvo viva hasta el final fue porque esta vez al PSG, al revés de lo que pasó en Múnich, donde metió 3 de 4, no le entró ninguna de la media docena de ocasiones claras que creó. Sus ataques los puso en marcha un estelar Di María, y los prolongaron Neymar, que sacó continuamente conejos de la chistera, y Mbappé.
Fue una eliminatoria tan bonita e intensa que casi hubiéramos deseado que se disputara a cuatro partidos. En Múnich, el Bayern cogió por las solapas al PSG, que ganó por Keylor Navas y por lo bien que finalizó. Ayer llevó la iniciativa pero sin arrollar tanto, y el PSG menudeó llegadas clarísimas. Mirado con la perspectiva de los dos partidos, es justo que pase el PSG. Y es de celebrar, porque a Neymar da gusto verle con su fútbol brujo y sin viejas ñoñerías, como gusta ver la velocidad amenazante de Mbappé, la ciencia infatigable de Di María y la seguridad de Keylor, otro pilar de la clasificación. Qué hubiera pasado con Lewandowski nunca se sabrá.
Mientras, el Chelsea hizo valer en Sevilla su 0-2 de hace una semana, al que el Oporto sólo pudo oponer un gol, tremendo pero tardío. Hoy veremos si el Madrid se mete. Un 3-1 de ida viene valiendo en un 79% de los casos, lo que anima, pero frente a eso se alza la progresiva depauperación de la defensa, abrasada de bajas, porque a las faltas de Sergio, Varane y Carvajal se suma la de Lucas Vázquez, que venía dando un rendimiento superlativo. Zidane hará sus cábalas, pero cualquier solución estará llena de parches. Por suerte está íntegra la media Modric-Casemiro-Kroos, línea de flotación del equipo. Y con Benzema y Vinicius arriba...