Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola
JUAN GUTIÉRREZ

Ruth Beitia reescribe su historia

La decisión del TAS viene con premio extra para la exatleta, que casi se retira tras su decepción en Londres 2012… Y ahora tiene dos medallas olímpicas: oro y bronce.

Gold medallist Spain's Ruth Beitia stands on the podium for the Women's High Jump Final during the athletics event at the Rio 2016 Olympic Games at the Olympic Stadium in Rio de Janeiro on August 20, 2016. / AFP / Eric FEFERBERG (Photo credit should read
ERIC FEFERBERG
Juan Gutiérrez
Subdirector de polideportivo. Ha desarrollado toda su carrera en AS desde 1991. Cubrió dos Juegos Olímpicos, siete Mundiales de ciclismo y uno de esquí, 12 veces el Tour y la Vuelta, seis el Giro… En 2007 fue nombrado jefe de Más Deporte, puesto que ocupó hasta 2017, cuando ascendió a subdirector en las áreas de Motor, Baloncesto y Más Deporte.
Actualizado a
Noticias relacionadas

“Sabía que tarde o temprano esto saldría”, dijo Ruth Beitia en febrero de 2019, cuando el TAS dictó las suspensiones de doce atletas rusos, entre ellos Svetlana Shkolina, la saltadora que había privado del bronce olímpico a la española en los Juegos de Londres 2012. No imaginaba entonces que la espera iba a ser más larga todavía, más tarde que temprano, porque Shkolina interpuso un recurso cuya resolución se ha demorado hasta la presente fecha. Ahora, sí. El Tribunal de Arbitraje Deportivo ha dado parcialmente la razón a la rusa y ha reducido su sanción de cuatro años a dos años y nueve meses, pero aun así anula sus resultados durante un periodo que abarca Londres, donde se colgó ese bronce que ahora hereda Ruth, además de los Mundiales de Moscú 2013, donde la cántabra se aúpa al peldaño de plata. Beitia ha reaccionado a la noticia con un escueto mensaje en redes sociales: “Por fin…”. La justicia ha tardado casi nueve años en llegar, pero la medalla es de ley. Como también lo fueron las ganadas en su día por Lydia Valentín y Manolo Martínez.

Los reanálisis de muestras, las sanciones en diferido y las reasignaciones de medallas tienen una parte triste, que es el robo al deportista limpio de las emociones del momento, de la foto del podio y de los contratos perdidos, pero también lanzan un mensaje rotundo al tramposo, que ya no puede dormir tranquilo después de su estafa. La amenaza de la descalificación y de la vergüenza pública siempre estará al acecho. Beitia sospechaba de Shkolina, de su cambio físico, de su progresión, igual que Lydia intuía el secreto de sus rivales. El tiempo les ha dado una razón que tragaban con amargura. En el caso de Ruth viene con premio extra, porque estuvo a punto de retirarse tras la decepción por su cuarto puesto en Londres 2012… Y ahora tiene dos medallas olímpicas, a falta de una: oro y bronce. La historia también se escribe así. 

Etiquetado en:

Te recomendamos en Opinión

Productos recomendados