El fariseísmo capitalino con los "pobrecitos" de Valladolid

Todavía hoy, bastantes horas después, me sigue invadiendo un profundo sentimiento de indignación, rabia e impotencia. Aún resuenan los ecos del ‘atraco’ en el Camp Nou. Sería mucho decir que este ‘robo a mano armada’ se produjo con alevosía, premeditación y nocturnidad, pero es que se le parece tanto...

Aún con todo, he de confesaros que hay otras cosas que estas últimas horas me han enervado, más si cabe. Me refiero al fariseísmo capitalino. Me he cansado de ver y escuchar en tertulias televisivas y radiofónicas nacionales a compungidos tertulianos compadeciéndose de la mala suerte del Pucela… “pobrecitos los de Valladolid, con lo que lucharon y jugándose el descenso”. Periodistas de bufanda blanca y colchonera… ojo, que nada tengo contra los compañeros de profesión que se declaran seguidores de un equipo, mi bufanda es blanquivioleta. Pero me molesta que tomen la bandera del Real Valladolid con ese lenguaje y esa falsa empatía cuando su único objetivo es defender su propio interés para atacar a sus contendientes.

No, en Valladolid no somos pobrecitos, en Valladolid tenemos mucha dignidad, más orgullo, y suficiente coraje y amor propio para hacernos respetar... no necesitamos que se compadezca nadie de nosotros. Sabemos defendernos solos… sin escudos vikingos, sin flechas indias, con nuestros propios valors. Porque esa misma pléyade de plumillas que se han puesto del lado blanquivioleta en las últimas horas, esos mismos callaron cuando el Pucela fue saqueado en el Metropolitano, o en Valdebebas… entonces no éramos pobrecitos…

Sirvan estas líneas para reivindicarnos frente a ese fariseo espectro capitalino. Mientras tanto, aquí en Valladolid, seguiremos en la lucha porque Pucela… nunca se rinde.