Miami muestra el tenis del mañana
Rafa Nadal saltó dos días a los titulares durante la pasada semana. El lunes, porque fue desplazado del número dos mundial por Daniil Medvedev. Un suceso extraordinario en la reciente historia del tenis. Y el martes, porque comunicó su baja en Miami, el primer Masters 1.000 del año, que Rafa añadía a sus anteriores ausencias en Róterdam, Acapulco y Dubái. El español, en fase de recuperación de sus molestias de Australia, se ha borrado definitivamente de la pista dura para centrarse en la temporada de tierra batida. Su tierra. La incomparecencia de Nadal en Cayo Vizcaíno se agregó a la de Roger Federer y precedió a la de Novak Djokovic. Pleno. Ninguno de los miembros del Big Three pujará por el título a partir de esta semana en uno de los grandes eventos del circuito, una circunstancia que no se producía desde noviembre de 2004 en París. Han pasado 16 años, cuatro meses y un total de 139 torneos Masters para que se repita esta atípica circunstancia, todavía más extraña por el aplastante dominio que han mantenido los tres en estos escenarios magistrales.
La ausencia del trío será un reflejo del tenis del mañana, cuando cuelguen sus raquetas o bajen su rendimiento. Ya hemos tenido algún anticipo. La final del pasado US Open fue un duelo entre Thiem y Zverev, que decantó el austriaco. Y el reciente domingo, el propio Zverev y Tsitsipas dilucidaron el Abierto de México, con victoria del alemán. Son destellos de presente y futuro. La escalada de Medvedev al segundo peldaño ATP también integra el proceso. Desde julio de 2005, ningún tenista había ocupado ese puesto que no fuera Nadal, Djokovic y Federer, además de Murray, el único que fue capaz de tutear al Big Three. Hay que ir acostumbrándose al reemplazo y a las renuncias. Por edad y por físico, los tres seleccionarán cada vez más su calendario y dosificarán sus esfuerzos. La vida pasa.