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Ramos, Cristiano y la marcha atrás

A cuerno quemado. En las oficinas del Bernabéu, por no decir de ACS, seguro que no sentaron demasiado bien las palabras de Sergio Ramos a Ibai sobre la marcha de Cristiano, recordando el error de dejarle ir por parte del club y el error de forzar para marcharse por parte del portugués. Incluso para CR hace mucho frío fuera del Real Madrid. Han perdido los dos. El equipo blanco sigue necesitando un Cristiano como el comer, pero preferirá que sea rubio y venga de Noruega. Si hay que hacer un esfuerzo económico tras este año sin público será por Haaland, con la comisión de Mino Raiola por delante. Los goles del luso aún se echan en falta, porque Jovic y Mariano no le aguantan ni una mínima comparación y, sobre todo, porque el supuesto relevo de Bale, primero, y de Hazard, después, a nivel de liderazgo, siguen sonando a broma. El tiempo de CR en el Madrid se conjuga en pasado. Fue bonito mientras duró.

Sergio se da mus. Cuando Ramos habló de la salida de Cristiano, en realidad, estaba hablando de sí mismo: una leyenda que merece acabar su carrera en el Real Madrid, un jugador que se ha cuidado mucho con cuerda para rato, una referencia a la mítica frase de Bernabéu sobre los jugadores buenos o malos y no viejos o jóvenes. El capitán se acabará quedando y no entiendo el empeño de disfrazarlo como una bajada de pantalones. A Ramos se le ha metido en la cabeza jugar hasta los 39, como Puskas. Florentino y Sergio deberían dejar de silbar, de susurrar o de jugar a la oferta que yo te he hecho, pero yo no he recibido y llegar al acuerdo que no alcanzó Cristiano. Si los dos quieren lo mismo, ¿a qué esperan?

El tren de Hazard. El belga regresa a la convocatoria. Zidane lo festeja, porque, después de Benzema, es el atacante en el que más confía. Necesita meterle en dinámica cuanto antes. De momento, es mucho mayor la fe de su entrenador que el rendimiento del belga. Para los olvidadizos, costó entre 100 y 115 millones según las versiones, cuando le quedaba solo un año en el Chelsea y tiene contrato con el Real Madrid hasta 2024. En los últimos 365 días ha jugado solo 20 partidos y anotado 3 goles. El talento no se discute. Su físico y su cabeza, de momento, se quedaron en Londres. Sería bueno para el Madrid, para la Liga y para el fútbol que, por fin, se subiese al tren en el tramo de la verdad de la temporada, con la Champions y la Eurocopa en el horizonte...