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Sobre Mbappé, Haaland y... Florentino

El trueno que soltó Mbappé en el Camp Nou lleva aparejado un eco: la intensificación de la demanda a Florentino de que le fiche. Ambos personajes compartieron trending topic, unidos por ese lazo: el deseo de los madridistas de que Florentino recupere su disfraz de Rey Midas y lo traiga, como hizo en sus orígenes, en incomparable tacada, con Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham. Cuatro fichajes rutilantes, todos difíciles. Luego no ha sido tan así. Cristiano se lo dejó fichado Calderón, Kaká vino lisiado y en la cuesta abajo y Bale tuvo su lustre más por el precio que por su dimensión real. Y salió rana. Nada ha vuelto a ser como en el origen.

Sin embargo, la fe que nació cuando aquel poker de galácticos no se ha desgastado con el tiempo y anoche, tras el paso demoledor de Haaland por el Pizjuán, unos pedían que mejor este y otros que, ya metidos en harina, los dos. Son jugadores distintos. A mi juicio, más genial Mbappé, que tiene poderío físico, manejo del balón, carrera larga, desborde y facilidad para el gol. Parece un jugador más pleno que Haaland, un goleador atroz, quizá mejor jugador de lo que nos permite ver esa eficiencia que tiene para facturar goles pero que parece más un jugador terminal, para el puro trámite del gol, que Mbappé, de más recorrido.

Pero me temo que estemos haciendo castillos en el aire. Sin llegar al caso del Barça, el Madrid está tieso, tanto como para reducir salarios en enero soltando a Odegaard o a Jovic. O como para haber vendido buenos canteranos. No veo este verano otra llegada llamativa que el retorno de Bale, que ha hartado ya a Mourinho. Por mantenerle se quedó Florentino sin Mbappé, que no quiso venir de suplente de la BBC. Fue un error terrible, ya se ha visto. La esperanza con Mbappé es que no renueve y quede libre en verano del 22. Ahí veríamos. En cuanto a Haaland, es de Raiola, cuyas relaciones con Florentino son pésimas.