Dortmund: talento arriba, vulnerabilidad atrás
Una alarmante sensación de provisionalidad. Pese a contar con algunos de los jugadores más estimulantes del panorama mundial actual en ataque -Erling Haaland, Gio Reyna, Jadon Sancho…-, el proyecto del Borussia Dortmund vive un momento complicado. Sexto clasificado de la Bundesliga a seis puntos de la zona Champions, el riesgo de quedarse fuera de la máxima competición continental es alto. Lucien Favre fue destituido en diciembre por los malos resultados y el club decidió situar en el banquillo de manera interina a Edin Terzic, un joven técnico que había trabajado hasta entonces en los equipos de categorías inferiores de la entidad y como asistente del primer equipo. La maniobra sorprendió, porque nunca antes había dirigido a nivel profesional. Y el rendimiento del equipo no ha mejorado. De sus diez primeros encuentros de la Bundesliga ha ganado cuatro, ha empatado dos y ha perdido otros cuatro. Esta semana hemos conocido que la temporada que viene asumirá el cargo Marco Rose, actual entrenador del Borussia Mönchengladbach. Si para Terzic ya estaba resultando difícil guiar la nave, el reto en los próximos meses será mayúsculo porque todo el mundo sabe ya que el ciclo actual tiene fecha de caducidad.
Un equipo que se expone mucho. Es cierto que el Dortmund posee más talento ofensivo que el Sevilla, pero cuando hablamos de solidez defensiva el análisis se voltea. El conjunto de Lopetegui tiene futbolistas de mucho más nivel en la zona de contención y encima funciona mejor como bloque. Es algo que se observa enseguida cuando se visiona un partido del Borussia. Sirva como ejemplo el del último fin de semana, en el que el Hoffenheim empató 2-2 en Dortmund y pudo marcar varios goles más si su atacante Bebou hubiera estado más inspirado en situaciones de mano a mano con el portero Hitz, que suple al lesionado Bürki. Las ocasiones en contra se sucedieron: por la propia naturaleza del cuadro amarillo, que se abre mucho; por mal funcionamiento grupal a la hora de defender -demasiada distancia entre las piezas-; o incluso por errores individuales de Akanji y Hummels, sus dos centrales -que ahora mismo no están ofreciendo un rendimiento a la altura de su cartel-. A esta debilidad ha contribuido también la lesión de larga duración de Axel Witsel, que ejercía el rol de medio centro posicional y aportaba presencia física y equilibrio táctico en la medular.
Vuelve Meunier. Al menos una buena noticia para Terzic: el lateral derecho Thomas Meunier regresa a la convocatoria tras perderse varios encuentros por lesión. Esa posición estaba representando un quebradero de cabeza para el técnico, que en los últimos partidos había alineado allí a Emre Can, un teórico pivote. También ha disfrutado de minutos el prometedor mallorquín Mateu Morey, pero se le veía algo tierno para un duelo de esta envergadura.
La suplencia de Reus. A Terzic le gusta formar con un 4-2-3-1, con Haaland y Sancho como fijos y con Reyna, Brandt y Marco Reus jugándose las otras dos plazas. El veterano internacional alemán fue suplente frente al Hoffenheim pero lo lógico sería verlo en Sevilla.