El calendario se enfría

La borrasca Filomena ha agitado un poco más el convulso calendario deportivo. Si ya era complicado resolver los aplazamientos constantes por contagios, la nieve ha añadido otro puñado de piezas al rompecabezas. La mañana arrancó ayer con la suspensión del España-Croacia de balonmano, que tenía que haberse disputado en Madrid. Ahora habrá que buscarle nueva fecha, porque es un encuentro oficial de la Euro Cup, pero ya no se podrá recuperar su condición de test preparatorio para el Mundial. Los Hispanos viajarán el día 13 a Egipto con un solo choque previo. Menos mal que juegan casi de memoria. A esta cancelación se fueron añadiendo, sin tregua, numerosos partidos más de las diferentes ligas nacionales, que tendrán que ser reubicados en sus agendas, en algunos casos bastante saturadas por la pandemia. El regreso progresivo de las competiciones después de los rígidos confinamientos, allá por finales de primavera y durante el verano, elevaron la moral de los organizadores y de los aficionados, aunque todos supimos siempre que el deporte caminaba en el alambre.

El arranque de 2021 nos ha recordado su fragilidad. También ayer mismo, sin relación con la nieve, se comunicó la mudanza de la Challenge debido a la delicada situación del virus en Mallorca. No es la única anulación del ciclismo, que ya vio clausurados el Tour de Colombia y el Down Under. Este último se disputaba en Australia como pistoletazo del UCI WorldTour. No es el único deporte que inicia sus temporadas en este país. El tenis, que debuta históricamente en Oceanía, ha trasladado la ATP Cup y el Grand Slam inaugural, de su tradicional enero al novedoso febrero. Mientras tanto, la F1 también calibra su apertura en Melbourne en marzo. El calendario se enfría. Aunque el pálpito continúa siendo que la competición, a pesar de los tropiezos contra nieve y contra virus, ya no va a parar.