Ronaldo, Pucela no es Wisconsin
Se levantó esta semana una gran expectación por la comparecencia en rueda de prensa de Ronaldo ante los medios de comunicación de Valladolid. Y no era para menos, pues sus apariciones públicas, desde su aterrizaje en Pucela, han sido realmente escasas. Se acepta la globalidad de Ronaldo, su trascendencia a nivel planetario que nos enorgullece, pero no está de más cuidar también la proximidad y cercanía con lo local. Conviene recordar en este punto, que no son los periodistas los que requieren respuestas, sino los aficionados, el incondicional seguidor y abonado blanquivioleta, quien está ávido de escuchar por boca de su presidente la visión que el mismo pueda tener acerca de las situaciones por las que atraviesa el Club.
Y apareció Ronaldo en un tono al que nos tiene muy poco acostumbrados, alejado de su habitual gesto afable, risueño y desenfadado. Sorprendió ver a un presidente muy serio, molesto, incluso malhumorado, y por momentos, con perdón de la palabra trumpinizado.
¿Fake news?, ¿oposición fantasma?, ¿paso de tus preguntas?... Nunca imaginé a Ronaldo expresándose en esos términos y con ese lenguaje displicente. No parecía él. No entraré a valorar el contenido de sus mensajes, pero pienso que quizás el envoltorio y la forma de transmitirlos no fue las más acertada.
A mí me gusta el Ronaldo amistoso, afectuoso y sencillo, el 'O fenómeno' que se presentó a los pies del Conde Ansúrez con una sonrisa abierta y henchido de orgullo. Ese Ronaldo me emociona, el de esa particular pronunciación de “Valadolid” que suena a balada… ese Ronaldo me cautiva, me gana y me encanta. Porque al fin y al cabo somos Valladolid y Pucela… Pucela, no es Wisconsin.