Crece la incertidumbre sobre la posible venta del club por parte de Ronaldo Nazário
Empezaré aclarando que esto es un artículo de opinión. Cuando el martes en AS informamos de que el Real Valladolid era valorado en el mercado y que diversas informaciones apuntaban a que el precio podía rondar los 85 millones abríamos un melón que varias fuentes confirmaban a este diario, aunque las altas esferas de la entidad lo negaban: el club podría haber sido vendido. La exigencia rondaba entre los 80 y los 85 millones, amén de que el presidente Ronaldo Nazário pudiera permanecer dos o tres años más en su puesto con una remuneración de un millón de euros por temporada. De momento, no podemos confirmar ni la venta, ni si el brasileño permanecerá sólo dos o tres temporadas más en Zorrilla, ni siquiera si cobrará un millón de euros en las próximas campañas, pero sí que pasará a cobrar. El resto, el tiempo dará o quitará razones.
El club ha convocado la Junta de Accionistas para el mes de diciembre y en el punto tres se indica que se tratará la propuesta de retribución periódica al Presidente por su labor ejecutiva en la Sociedad. Esto se tratará después de la aprobación de las cuentas y la gestión del Consejo de Administración y de una modificación para hacer las reuniones y juntas de accionistas de manera telemática. Nada en contra de que Ronaldo, o quien presida el club, tenga un sueldo, pero sí en la creación de más incertidumbre sobre el futuro del club… y no sumen la variable de la “porosidad” de los terrenos de Pinar de Jalón porque entonces...
Lo cierto es que el Real Valladolid no pasa por su mejor momento. Si la Covid-19 ha hecho daño en el fútbol mundial, en Zorrilla se ha cebado. Además de por las evidentes cuestiones económicas, ha destruido el gran capital social que tenía, hacía mucho tiempo que la afición no estaba tan entregada y no poder ir al estadio está bajando ese nivel de identificación, junto a la mala clasificación del equipo, penúltimo. Quien pone el dinero puede hacer lo que quiera con su empresa, a eso nos llevó el paso a Sociedades Anónimas Deportivas, pero si por algo se identifica el mandato de Ronaldo es porque siempre se puso por encima de todo a la afición, afirmando que el club es, precisamente, de su afición. Por eso, en momentos como este, con rumores incesantes, sería una buena noticia que Ronaldo Nazário apareciera y mandara un mensaje de ánimo y de tranquilidad a esa hinchada que no ha dejado de recibir malas noticias en las últimas semanas y que no ve claro el futuro, ni el horizonte. Veremos. De momento, el brasileño pasará a cobrar de su propia empresa. Eso es seguro.