La NBA huye de los Juegos
La NBA vuelve a casa por Navidad. El 22 de diciembre. El sindicato de jugadores (NBPA) ha aprobado esa fecha, a pesar de la preferencia por el 18 de enero, en la festividad de Martin Luther King. Habrá menos descanso, la mitad, que en su calendario habitual: de cuatro meses a poco más de dos. Aunque allí la costumbre sea otra, y hay que respetar cada cultura, desde nuestra visión europea se entiende como un tiempo sobrado para el reposo de un deportista profesional. Y así parecen haberlo entendido también los gestores de la liga norteamericana, después del golpe encajado por la pandemia. Las prioridades económicas han imperado finalmente para relanzar la competición. Las voces de las televisiones se han escuchado con fuerza. Las Navidades son unas fechas señaladas en la NBA, que aglutinan a familias frente a la pantalla y en los pabellones. Sí, también en los pabellones. Porque la intención es ir abriendo las canchas al público con una capacidad entre el 25% y el 50%. Se calcula que empezar en las Fiestas puede salvar 1.000 millones de beneficios. Decisivo dato.
Un baremo similar se ha aplicado para el final, que se alargará como mucho hasta el 22 de julio. No es casualidad. Los Juegos Olímpicos se inauguran al día siguiente, el 23, y el baloncesto arranca tres después, el 25. Las muchas selecciones con integrantes de la NBA, entre ellas España, aplauden una decisión favorable, aunque cuesta creer que la liga la haya tomado sólo por los jugadores. De hecho, varios de ellos, con Antetokounmpo, Jokic y Doncic al frente, podrían perderse los Preolímpicos, del 29 de junio al 4 de julio. La razón real de que la NBA no coincida con los Juegos es que no quiere competir contra ellos en audiencias, porque ahí lleva las de perder. Así de simple. Aunque, gracias a ello, habrá jugadores NBA en Tokio. Y eso es una gran noticia. Felicidad para todos.