Madrid-Bayern, el duelo capicúa

El Bayern Múnich afronta la sexta jornada de la Euroliga en una posición a la que está poco acostumbrado en baloncesto: es líder. Su rival, el Real Madrid, tiene una sensación igual de extraña, pero por motivos inversos: es antepenúltimo. Ambos lucen ante su duelo de este jueves unos balances de victorias y derrotas capicúas: 4-1 a favor para los alemanes y 1-4 en contra para los españoles. El mundo al revés, en ambos casos. En esa situación, tan anómala como estos tiempos de pandemia, sin público en la grada y con la plantilla aún sin completar, los de Pablo Laso intentarán iniciar el despegue europeo, antes de que la reacción llegue demasiado tarde. El acceso a los playoffs se calcula en 18 victorias, por lo que el Madrid tiene que sumar 17 en los 29 partidos restantes. El desafío está al alcance, por supuesto, pero conviene no dormirse mucho. Además, estas cábalas sólo asegurarían el pase para la siguiente fase, cuando la vocación blanca siempre ha sido más alta, esas cuatro primeras plazas que facilitan el factor cancha, tan valorado siempre en esta competición.

El Madrid muestra este año dos caras. Por el lado A está ese equipo que abrió el curso con victoria en la Supercopa ante el temible Barça, que a su vez es la misma versión que domina con mano de hierro la Liga Endesa, con un abrumador 7-0. Pero en el lado B está Europa, con una única victoria ante el Khimki, que visitó el Palacio mermado por el coronavirus, pero aun sí se ganó el aplauso por no rehuir la contienda, como sí hicieron otros equipos contagiados. La temporada es rara, eso es innegable. Al margen de la pandemia, el mercado de la NBA también mantiene la incógnita de la marcha de Campazzo o de la llegada de otros refuerzos. Pero, mientras esto se resuelve, los de Laso tienen que pensar en sumar. La Euroliga no espera a nadie, avanza sin piedad.