Oficialmente, Nadal es el más grande
La final de este domingo no era una final más de Roland Garros, ni siquiera una final más de las 13 que ha disputado, y ganado, Rafa Nadal en París. El combate de este año era especial, y no sólo por las extrañas fechas de otoño, por el frío en la pista y en la grada, o por la invasión de mascarillas, sino porque, por primera vez en un Grand Slam, la final la jugaban tres tenistas. Dos sobre la Philippe Chatrier, Nadal y Novak Djokovic, y uno desde su casa, Roger Federer, con los deberes hechos. Hace tiempo que los miembros del Big Three no litigan por un título más, sino por el título divino del más grande de siempre. Los tres campeonísimos, aunque no lo digan, se dedican un marcaje estrecho, porque su competencia ya no es de este mundo terrenal, luchan por la eternidad. Por el Número Uno de la Historia.
Federer, el más veterano, con 39 años, lideraba la contienda con 20 títulos de Grand Slam. Si bien fue el primero que comenzó a sumar, en 2003, cuestión de edad, también es quien lleva más tiempo de secano, desde Australia 2018. Su cifra, redonda, asomaba como el objetivo cada vez más cercano para sus dos perseguidores. La caza se ha consumado. Este 11 de octubre, en fecha atípica por los zarandeos de la pandemia, Nadal, a los 34 años, ha igualado el registro del suizo, por lo que ya es oficialmente el más grande… Grande entre los grandes.
Djokovic se queda, de momento, anclado en 17 torneos de Grand Slam, pero también es el más joven de los tres, con 33 años, y mantiene un brillante nivel de juego que augura más títulos en un futuro inmediato. La carrera continúa, todavía no ha llegado a la meta. Pero lo más importante, más allá de los mareantes datos, es que este pulso a tres bandas por la gloria está sirviendo a sus tres protagonistas para crecer gracias a su fiera rivalidad, a una competencia que les hace mejores, y eso se traduce en un tenis sublime y en la época dorada de un deporte que nunca, nunca, reunió a tres rivales coetáneos de este calibre. Cada temporada resta una temporada menos. Así que disfrutemos de cada raquetazo. De la batalla de los dioses.