Nadal y Djokovic están de vuelta

El Foro Itálico de Roma albergó este miércoles dos regresos esperados, dos focos de atención con proyección mundial. En la sesión matinal, Novak Djokovic retornaba a la competición después del involuntario pero imprudente pelotazo a una juez de línea que le supuso la descalificación del US Open en los octavos de final. Ganó 6-3 y 6-2 a Salvatore Caruso en una hora y 24 minutos. En la sesión vespertina, Rafael Nadal volvía a disputar un partido oficial tras 200 días de parón por la pandemia, casi siete meses después de aquel 29 de febrero en el que levantaba el título de Acapulco. Batió 6-1 y 6-1 a Pablo Carreño, flamante semifinalista en el Grand Slam estadounidense, en una hora y 14 minutos. Fueron dos victorias inesperadamente cómodas, que confirman que los números uno y dos del mundo siguen con el colmillo afilado, lo que sitúa en el horizonte la reedición de la final que jugaron ambos el año pasado, con triunfo del balear, cuando la temporada de tierra se celebraba en sus habituales fechas primaverales y el planeta ni se imaginaba el terrible golpe que iba a recibir en 2020.

La victoria de Djokovic supuso una liberación y una reivindicación para el serbio. La fórmula para avanzar es no mirar atrás. En su caso ya sabía que venía con buen ritmo, después de ganar en Cincinnati y de competir en Nueva York, y que sólo podría traicionarle su cabeza. Ese buen ritmo se le presuponía también a Carreño, tras rozar la final del US Open, pero se encontró con lo contrario, con las piernas bloqueadas y el cansancio acumulado. La mejor manera para superarlo no es enfrentarte al rey de la tierra, por lo que el duelo quedó reducido a los dos primeros juegos, en los que llegó a tener opción de break. La gran pregunta que flotaba en el Foro ya está respondida: Nadal ha regresado como un ciclón en su casa de Roma. Los dos están otra vez aquí. Rafa y Nole. El deporte lo agradece.