El Barcelona de Koeman debutó este sábado en un amistoso ante el Nástic bajo la curiosidad de comprobar cómo arrancaría el nuevo proyecto azulgrana, con el reconciliado Messi ya sobre el césped. Pero no fue el único Barça que este fin de semana estrenaba entrenador. En Tenerife, el equipo de baloncesto abría su temporada oficial en la Supercopa con Sarunas Jasikevicius en el banquillo. El técnico lituano ha heredado de Svetislav Pesic un grupo estelar, liderado por Nikola Mirotic, con un refuerzo de lujo: Nick Calathes. Si la plantilla ya era temible en la campaña anterior, con el fichaje del greco-estadounidense intimida mucho más. Y eso que el equipo todavía no está completamente moldeado, a la espera de descartes de la NBA, en los atípicos plazos de este año, para suplir la marcha del veterano Ante Tomic, que ha cruzado de acera para enfundarse la camiseta del Joventut. Venga lo que venga, el horizonte de este Barça sólo puede ser uno: ganarlo todo y reconquistar Europa. Este domingo tiene la oportunidad de levantar la Supercopa, que no gana desde 2015..

El Barça de Jasikevicius arrancó en semifinales ante un duro escollo, el Baskonia, en una revancha de la final de Liga, dos meses y medio después. El equipo catalán obtuvo la victoria, no sin apuros: 68-72. Como primera conclusión, una noticia agradable: el mejor fichaje de este inicio de temporada es la recuperación plena de Álex Abrines, que metió 19 puntos. Buen estreno de paternidad. Si a eso le añades el 18 de valoración de un Mirotic solidario, la visión de Calathes y el decisivo gorrazo de Davies a Henry, entre otros detalles, el Barça de Saras empieza a carburar. Aunque esto sólo acaba de comenzar. También para el Baskonia de Dusko Ivanovic. Este domingo jugará la final ante el Real Madrid, el eterno rival. Un Clásico para inaugurar el curso. El primer reto de muchos para Jasikevicius.