Ilusión pucelana ante la liga más extraña de la historia
Estamos a días de que vuelva La Liga, de que vuelva el fútbol de competición. Siempre son jornadas expectantes, con los últimos fichajes gestándose, con las caras nuevas preparadas para debutar, con los abonados preparados para acudir al estadio… con la expectación habitual. Y, aunque todos seguimos disfrutando del siempre interesante inicio liguero, este año estamos ante la temporada más extraña, más atípica. Desgraciadamente no habrá público en las gradas, estaremos pendientes de los test que descarten o confirmen nuevos casos de Coronavirus, de los protocolos, los equipos seguirán viviendo en una especie de burbuja, las ruedas de prensa seguirán siendo telemáticas, el sonido ambiente de los estadios serán las voces de los futbolistas. Todo será diferente a otros años, es decir, todo seguirá igual que en el final de la temporada pasada. El fútbol, como todo, sigue atrapado por el Covid-19 y lo que debemos desear es que a lo largo de la temporada podamos recuperar la normalidad.
Y en estas circunstancias vuelve el Real Valladolid a competir entre los grandes en el tercer proyecto consecutivo con Sergio González como entrenador. Después de aquel meteórico ascenso, el entrenador catalán ha pilotado la nave con éxito en las últimas dos temporadas consolidando a su equipo en la Primera División. Ahora, siendo la permanencia también el objetivo, aparece una ilusión por ver si el Valladolid puede estar capacitado para más. La sensación es que todo el mundo quiere dar ese paso adelante y que podemos ver a un equipo más ambicioso, valiente y ofensivo sin que eso le haga perder lo que ha sido siempre su principal virtud, el orden y la seguridad. Sin Salisu, pero con Javi Sánchez, sin Sandro, pero con Weissman, con Orellana, con Roberto y con lo que todavía tenga que venir más la base principal que en estos últimos años ha traído al Valladolid hasta aquí. Y no olvidemos que queda casi un mes de mercado, un mercado que dará todavía muchas vueltas, ya lo verán.
Después de los cuatro amistoso del verano, jugadores como Waldo o Sekou ganan puntos y bien pudieran quedarse al final. De hecho, todo apunta a que tendrán su participación este domingo ante la Real Sociedad. A falta de concretar varias salidas y alguna llegada, Sergio puede estar tranquilo porque tiene recursos suficientes para presentar el domingo un once de garantías. Toda la Segunda División se rifa a los descartes del Valladolid, excelente noticia. En la plantilla hay cantidad y calidad. Falta ordenarla y organizarla, pero los pucelanos están preparados y sin miedo para debutar el domingo ante la Real… en la temporada más extraña.