Bartomeu eleva a Messi a demiurgo

Cuenta TV3 que Bartomeu se ofrece a dimitir si Messi afirma que ese es su deseo y que así estaría dispuesto a seguir en el Barça. Dicho sea de otro modo, Bartomeu se estaría ofreciendo como cordero expiatorio si Messi confirmara que él es el problema. Pero poniendo la condición de que el propio Messi lo exprese públicamente así. Lo pongo todo en condicional porque Bartomeu aún no ha dicho tal cosa, pero tampoco me imagino que pueda ser una invención de TV3. En todo caso, de ser cierta la decisión de Bartomeu, me parecería aberrante. Sería convertir Messi en señor de horca y cuchillo, dueño de famas y haciendas.

Messi es el mejor jugador del Barça y de LaLiga, y lo ha sido del mundo durante años, codo a codo con Cristiano. Y digo lo ha sido porque ya no está tan claro. Sus números van menguando y sus clamorosos apagones en las goleadas europeas deslucen sus últimos años. Aún es un grande, desde luego, pero es un futbolista. El club es otra cosa. Él no puede vetar a un presidente, no es quién para eso. Para eso está la moción de censura, que tiene su cauce, y a eso debería remitirse Bartomeu si siente que necesita ser respaldado. Y si lo hiciera, debería tener la torería de dimitir si pierde por más del 50%, sin acogerse al 66% estatutario.

La oferta a Messi, además, es tramposa. Bartomeu dimitiría, pero quedando su equipo directivo al frente del club hasta marzo. Para ese viaje no hacen falta alforjas. Este amago, que tiene toda la apariencia de reto a Messi, lo que hace es empoderarle todavía más, elevándole a demiurgo, con derecho a bajarle el pulgar no ya a Griezmann, sino al mismísimo presidente de un club centenario. Más valdría que apareciera una oferta decente por él (se habla de una del City que parece prometedora) y se marchara como Cristiano se marchó a la Juve en busca de nueva vida. Y que así el Barça encarara las elecciones de marzo libre de este conflicto.