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LA PIZARRA TÁCTICA

Guardiola y De Bruyne borran al Madrid

MANCHESTER, ENGLAND - AUGUST 07: Pep Guardiola, Manager of Manchester City gives his team instructions during the UEFA Champions League round of 16 second leg match between Manchester City and Real Madrid at Etihad Stadium on August 07, 2020 in Manchester
PoolGetty Images

Se terminó de caer el Madrid en Europa, donde ya no le alcanza. Cinco meses más tarde volvió a ser inferior al Manchester City en una noche que proclamó otra vez a Guardiola y De Bruyne. Se entendió el plan de partido del técnico skyblue, no así del todo el de Zidane. Guardiola repitió patrones que ya le funcionaron en el Bernabéu como la salida en largo de Ederson para alargar al Madrid y la carga interior a los lados de Casemiro con Foden, De Bruyne y los falsos extremos que dispuso. Con eso, aumentando la intensidad de su presión en 1-4-3-3, le fue suficiente para dominar la escena y obligar a los de Zidane a jugar muy cerca de Courtois. 

Se empeñó el Madrid en sortear la presión del Manchester City con una salida en corto, pero sin Ramos careció de ese primer pase. La catástrofe de Varane y las limitaciones de Militao facilitaron la tarea a un City que mordió con Sterling, Foden y Gabriel Jesus. Casemiro, extrañamente sobrepasado toda la eliminatoria, siempre fue una rémora y Modric tuvo que retrasar su posición. La insistencia provocó que el City se sintiera cómodo con un bloque alto, sin que nadie amenazara al espacio, su principal debilidad. El Madrid apenas solo lo intentó en la ocasión que tuvieron Asensio y Benzema en la segunda parte. Esa construcción en falso de los ataques equivocó a los de Zidane y lanzó al Manchester City, que siempre tomó el campo madridista con relativa facilidad. Si recuperaba arriba, intimidaba con tanto jugador en posición avanzaba. Si le tocaba replegar, después tenía la capacidad de armar la transición por los desajustes del Madrid en la presión o con la patada larga de Ederson (diez entregas en el primer tiempo).

De Bruyne fue el hilo conductor. Su condición de jugador de máxima élite no ofrece dudas y se encargó de dinamitar la medular del Madrid, ayudado por Foden. Modric y Kroos saltaban y sus espaldas siempre quedaban libres con un Casemiro irreconocible. Zidane dio la orden colectiva, muy señalada en los laterales, de mantener las zonas en lugar de salir a por el rival. El City se aprovechó de esta circunstancia para gloria de De Bruyne.

También se quedó muy corto el Madrid en ataque. Ante un adversario cuya fragilidad mayor se ubica en las bandas y en la defensa del área no acumuló llegadas de verdadero peligro. Rodrygo sí explotó el caos de Cancelo en el uno contra uno y Benzema descargó otra vez todo su fútbol, pero fueron síntomas exiguos. La gestión de Zidane con los cambios y el empecinamiento en Hazard depreciaron todavía más lo poco que fue su equipo. El Madrid no dio el nivel ni individual ni colectivamente. La Champions ahora le viene grande.

El agujero

Ampliar

Situación repetida durante el partido. Modric y Kroos salen de zona y De Bruyne (o Foden) recibe a mucha distancia de Casemiro.