El Madrid primero jugó y luego sufrió
Partido de alto rango en Granada, resuelto a favor del Madrid, esta vez sin dar pábulo a las malas lenguas con el VAR. Zidane mantiene el pleno en este tramo postconfinamiento, en el que puede decirse que la victoria que más le costó fue esta. Porque tras un gran primer tiempo, en el que dominó e hizo sus dos goles, llegó un segundo con mando del Granada, que descontó pronto, sacó su juego clásico (presión, robo, ataque rápido) y acogotó al líder. Courtois, que está de lujo, encajó su primer gol tras cinco partidos invicto, pero salvó otros. El Madrid acabó pidiendo la hora, con el meta rival atacando un córner, pero ganó.
Sorprendió la alineación de Zidane, con cinco centrocampistas y un único delantero, Benzema. Con tanto jugador de buen manejo resolvió el gran problema que plantea el Granada, su presión alta e insistente. La superó, aseguró su juego y, sobre todo, mandó en cada ataque a varios jugadores al área, y no siempre los mismos, lo que creó desconcierto en los locales. No fue raro que marcara dos goles relativamente pronto, los dos excelentes. El de Mendy sorprendió, por su abrupta aceleración en el área y su zambombazo a la escuadra. El de Benzema fue una maniobra limpia, muy suya, con regate en una baldosa y tiro preciso.
Confesó luego Sergio Ramos, como ya hizo otra vez, que quizá se confiaron tras el descanso. Se notó en un balón perdido por Casemiro, que el Granada penalizó con uno de los ataques rápidos marca de la casa y gol de Machís. El aire del partido cambió. Tras salir calmoso, el Madrid no supo reactivarse, y eso que Zidane lo intentó metiendo a Asensio y Rodrygo por Valverde e Isco. Pero el Granada es mucho equipo, peleaba por Europa y fue mejor hasta el final. El líder braceó en el desconcierto, con una imagen mala, que empañó su excelente primera parte, pero resistió. Ya le queda muy poco. Está a una victoria o dos empates del alirón.