Una permanencia trabajada y merecida
Tenía que ser este pasado fin de semana y fue. Lo contrario hubiera creado un gran problema al Real Valladolid y hubiera añadido dosis de nervios innecesarios a todos los aficionados. Pero la realidad de la que ahora hay que disfrutar es que los blanquivioletas seguirán una año más entre los grandes, compitiendo en una de las mejores ligas del mundo. Y ha sido una permanencia trabajada y merecida, muy merecida. Por varias razones. Fundamentalmente porque el Valladolid ha sido mejor que todos los que están por debajo de él. Ha ganado los dos partidos al Mallorca, al Espanyol, uno y un empate con el Leganés, ganó al Eibar y selló los 39 puntos que tiene derrotando hace una semana al Alavés. No perdió con el Celta y derrotó al Betis en el Villamarín. El Valladolid ha ganado, sobre todo, esos partidos en los que no se podía fallar. Apareció en los momentos clave y jamás estuvo en posición de descenso. Dio la cara ante todos los grandes. Empató en el Bernabéu, en Sevilla, en Bilbao y mereció mucho más en los campos del Atlético de Madrid y del Valencia. Los 39 puntos que tiene son la suma de muchos esfuerzos y de mucha constancia para lograr el objetivo. Con el penúltimo presupuesto de la Liga se ha permitido el lujo de aparecer salvado en las dos últimas jornadas. El mérito de todo el club, pero particularmente del entrenador, director deportivo y jugadores es muy grande. Han conseguido cimentar una vez más el crecimiento del club, han conseguido una vez más sacarle una sonrisa a la sufrida afición… y eso vale mucho.
Y es momento de volver a ilusionarse. Las cosas se están haciendo bien, sin locuras, con sentido común, con seriedad y por eso llega el premio. Se seguirá consolidando la economía, ahora llega la venta de Salisu, pero otros como Joaquín o Kike Pérez serán vendibles para el futuro. Es la filosofía más acertada, comprar barato, revalorizar el producto, venderlo caro y aportar más músculo al club. No hay otro secreto. Parece fácil, pero no lo es. En fútbol es muy sencillo equivocarse, por eso cuando se acierta repetidamente es porque las cosas se hacende manera correcta. Muchas veces escuché que Ronaldo no coincidía con el estilo del director deportivo o con el entrenador. Que llenaría el club de brasileños y que le cambiaría por completo. Pues el tiempo ha demostrado que no ha sido así. El más sereno y equilibrado en sus decisiones ha sido el presidente y el tiempo lo ha demostrado. Son ya dos años desde su llegada y está muy claro que el club está en buenas manos. Los resultados están ahí.
Y puede llegar la guinda. Con el filial, el Real Valladolid Promesas que de la mano de Javi Baraja asaltará desde el domingo el playoff de ascenso a Segunda A. Estar allí ya es histórico. El primer rival, el filial del Barcelona, con todo su potencial. Pero el filial pucelano no será un fácil rival para los catalanes. Otro producto de hacer bien las cosas, el Valladolid B está a las puertas de hacer historia. Jugar ese playoff es un premio para todos y una nueva oportunidad para disfrutar. Este podría ser el gran año del Valladolid, ¿por qué no?. A por ello.