Sacando pecho
A estas alturas al Barça de los valores ya no le reconoce ni su padre porque en una sola mañana, la del pasado martes, el presidente y el entrenador montaron una escenita en los medios de comunicación. Tanto el uno como el otro salieron sacando pecho cuando ninguno de los dos tiene motivos para sentirse tan sumamente orgulloso de su trabajo y de su gestión.
El asunto del 'Barçagate' le ha costado al Barcelona una crisis interna con la dimisión de seis directivos y una importante erosión de su imagen, esa que intentaban proteger contratando una empresa con sede en Uruguay por un millón de euros que fraccionaron en pagos de menos de 200.000 para que no tuviera que pasar por ningún control interno y que se dedicó a difamar a jugadores como Piqué y Messi, ex jugadores como Xavi, exentrenadores como Guardiola, a Jaume Roures y hasta a periodistas sin ninguna supervisión por parte de la entidad. Todo esto que acabo de enumerar no es una opinión, sino el resultado de las conclusiones de la auditoría que encargaron a Price Waterhouse. Y a pesar de todo ello, y de que la auditoría avisa además de que I3Ventures sólo ha hecho un trabajo por 620.000 euros y no por el millón que les pagaron y que el responsable, Jaume Masferrer, sigue cobrando a día de hoy del club que no ha tomado ninguna medida, Bartomeu apareció en Rac1 y Catalunya Ràdio muy satisfecho porque nadie había metido mano en la caja. Yupi.
Horas después, Setién en rueda de prensa se puso gallito: "Hemos hecho muchísimas cosas bien y lo recalco porque vosotros sólo os manejáis por el resultado, este es el circo y lo acepto, pero no me convencéis respecto a que el equipo ha estado mal". El técnico equivoca el tiro, porque fue Messi el que dijo: "Jugando así es difícil que ganemos la Champions" y la mayoría de los medios los que criticaron el pobre juego del Barça pese a que ganaran, por ejemplo, ante el Leganés. Por mucho que se empeñen, ni el club es un ejemplo ni el equipo juega de cine. No cuela. Y, desde luego, no es para sacar pecho.