Nos vamos aproximando a la fecha de reiniciación de la temporada futbolística, después de los pesados y confusos días de confinamiento. Y la carga de trabajo colectivo, en los equipos va aumentando de forma progresiva, para poder obtener el mejor rendimiento físico y deportivo en esta anómala situación.

Han sido dos meses largos de preocupación y cambio de vida radical, en los que las esferas físicas y psicológicas de las personas, se han visto afectados de forma considerable. Y los futbolistas y su entorno familiar, no han sido una excepción.

Retomar la competición, después de tan largo descanso y tan poco tiempo de preparación, conlleva un riesgo lesional superior a una temporada normal.

Es verdad, que los entrenamientos están siendo muy controlados y nada tienen que ver, afortunadamente, con las grandes y absurdas palizas de las pretemporadas clásicas. Pero a pesar de todo, el riesgo de lesiones es más que evidente.

En el caso de Messi, se trata de una simple contractura muscular del cuádriceps derecho. Es decir, en la pierna de apoyo, no con la que habitualmente golpea con tanta fuerza y destreza el balón, con lo cual, con tratamiento de fisioterapia adecuado, estiramientos y entrenamientos selectivos controlados, podrá estar sin ningún tipo de problemas en el primer partido del Barcelona. Así se lo deseamos.